No todo es deportes y competencia en los Juegos Olímpicos que se están llevando a cabo en Brasil. El amor también tiene su espacio.
Mientras las jugadoras de rugby de Australia estaban eufóricas por haber ganado la final y recibir el oro después de 92 años, Marjorie Enya, encargada del estadio Deodoro tenía otra preocupación, entró decidida a la cancha y en medio de la premiación tomó el micrófono para pedirle matrimonio a la jugadora brasileña Isadora Cerullo.
La respuesta fue rápida, ella corrió y la abrazó mientras todo el público en el estadio aplaudía con esta linda imagen.
«Se que la gente de rugby es espectacular y que iban a aceptar formar parte del momento», explicó Enya, «ella es el amor de mi vida».