¿Has escuchado hablar de la asexualidad?
El debate público alrededor de las orientaciones sexuales está a la orden del día. Heterosexuales, homosexuales, bisexuales, transexuales, polisexuales…
Todos han encontrado su hueco en la conciencia colectiva. Todos reclaman su derecho a disfrutar de su sexualidad como quieran. Pero existe una orientación de la que aún se habla poco: la asexualidad, que es la falta de atracción sexual, o el bajo o nulo interés en la actividad sexual humana. Que se ha convertido en una inclinación colectiva a la que cada vez se adhiere más gente.
Gente que prefiere no incluir el sexo en sus vidas, sencillamente porque no experimentan ningún tipo de atracción sexual hacia personas de ningún género.
La cosa no va de abstinencia o celibato. Va de ausencia de deseo. No es una posición política. No tiene que ver con el estrés derivado del trabajo o el dinero. Simplemente, no existe el impulso.
Según algunos estudios, al menos una de cada cien personas se identifica como asexual. Y tras mucho tiempo en el armario, esa creciente comunidad asexual quiere visibilidad y respeto.
De eso va el #AceDay, el primer «Día de la Visibilización Asexual», una iniciativa que lleva hace unas semanas inundando las redes sociales de selfies de quienes viven ajenos a las tensiones del sexo, no por elección propia, sino por naturaleza.
La creciente tendencia a usar las redes sociales para reclamar y redefinir orientaciones sexuales a través del uso de hashtags revela la imperante necesidad de muchos jóvenes de abrir la discusión en torno a la conformación de identidades.
El as para diferenciar orientaciones románticas y para acotar las distintas intensidades de la pulsión sexual.
As de corazones para el ‘alorromántico asexual’, aquel que experimenta atracción romántica de forma regular hacia personas de uno o más géneros, pero no siente ningún impulso hacia el sexo.
As de picas para el ‘arromántico asexual’, aquel que ni siente atracción sexual ni experimenta ningún tipo de atracción romántica hacia personas de ningún género.
As de diamantes para el ‘demirromántico’, el ‘demisexual’, el ‘gris-arromántico’ y el ‘gris-asexual’, personas que experimentan atracción romántica o sexual únicamente hacia personas con quienes tiene una conexión emocional fuerte, o que experimentan ese tipo de atracción de forma rara, y no con la suficiente intensidad como para que les mueva a actuar.
Por último, el as de trébol. La carta para quienes, reconociéndose parte del espectro asexual, están inseguros o se cuestionan sobre su orientación romántica.