La buena noticia es que no tendrás que comprar otro de inmediato, porque lo podrás reparar, siempre que sea en formato de polvos compactos, ya sea colorete, maquillaje compacto, polvos de sol, iluminadores o sombras de ojos. Solo necesitas un poco de alcohol de farmacia, un palillo y los restos del accidente.
El procedimiento
- Recoge los trocitos que aún se puedan salvar del producto en cuestión y ponlos en la misma polvera o recipiente en el que venían.
- Echa unas gotas de alcohol sobre los trozos y empieza a remover con el palillo hasta crear una pasta uniforme. El truco aquí es ir echando las gotas de una en una para no pasarte.
- Empieza a compactar la pasta en el recipiente usando un cuchillo plano, una cuchara o una espátula. Trabájalo bien en el recipiente hasta que quede completamente plano.
- Déjalo secar con el frasco abierto durante unas 48 horas. ¡Y listo!
El resultado quedará casi como nuevo y te dará da un tiempo de margen hasta que puedas comprar otro. Eso sí, recuerda hidratar muy bien la piel antes de utilizar este maquillaje reparado y pon siempre una pre base entre el producto y la piel.
Esto último, porque todos los maquillajes que llevan alcohol resecan la piel, así que mejor protegerla y no abusar.