Si bien muchos de los sombreros nacieron como accesorios para hombres, hoy en día los usan muchísimas mujeres, decorándolos con pequeños detalles que los hacen únicos. Sin embargo, hay que tener cuidado y no adornarlos demasiado.
En ese sentido es importante saber que a la hora de elegir un sombrero hay que tener en cuenta la forma de la cabeza. Por ejemplo, si se tiene una cara redonda se debe elegir modelos más altos que anchos, mientras que el ala puede ser tranquilamente ancha, ya que esto alarga ópticamente la cara.
Por el otro lado, para quien tiene un rostro más alargado es recomendable usar sombreros más chatos. Las caras ovaladas, en tanto, son las afortunadas, pues pueden usar cualquier modelo.
A su vez, los expertos en moda recomiendan que las personas muy bajitas eviten las alas muy anchas para evitar un efecto «hongo». En tanto, las personas altas pueden animarse a modelos más osados.
Eso si, la altura o la forma de la cara no son los únicos aspectos a tener en cuenta, pues para que el look funcione el sombrero debe ir bien con el atuendo elegido y con la personalidad de quien lo luce: los colores osados van mejor con personas audaces y en las más reservadas deberían elegir tonos más neutros.