María Angélica Soto, de la organización Ampara Quellón, encabezó la campaña por redes sociales para rescatar a Tika, perrita que aislada. «No debe meternos a todos en el mismo saco», advierte.
En noviembre del año pasado, y durante la transmisión de su programa «Lugares que hablan», el animador Francisco Saavedra mostró la historia de Tika, una perra que llevaba viviendo sola 8 años en un islote de Chiloé. Los lugareños habían llevado a Tika a vivir con ellos, pero Tika se comió a las gallinas del lugar, por lo que fue devuelta a su islote.
María Angélica Soto, quien es parte de la organización recuerda que «se me apretó el corazón cuando vi ese capítulo. Pensé ‘cómo puede existir gente tan mala que tiene a un animalito viviendo en esas condiciones’. Lo publiqué en Facebook y pedí ayuda para rescatar a Tika», dice la activista a Las Últimas Noticias. Gracias al llamado de Soto, otras agrupaciones animalistas se movilizaron y pudieron ir por Tika, quien finalmente fue rescatada por un hombre de Chillán.
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Sin embargo, en el capítulo del pasado domingo 11, y durante la presentación de la segunda parte del programa, Saavedra fue encarado por una mujer, quien le enrostró que «no hicieran nada por TIka», a lo que él respondió que «algunos animalistas, a quienes respeto mucho, se exacerban y no entienden la realidad».
Animalistas contra lugareños
«Me sorprendió leer las declaraciones de Pancho. No tengo nada contra él. Creo que está bien el programa que hace. Él es animador y no tiene por qué tener corazón animalista. Pero tampoco debe meternos a todos en el mismo saco«, alega María Angélica Soto a LUN. «Yo soy una persona tranquila, pero durante el día he leído personas que se han sentido molestas con Pancho», argumenta.
La activista argumenta que cuando viralizaron la campaña, en ningún momento llamaron a funar a Saavedra o al programa. «Todo lo hicimos pensando en el bien de Tika. Nuestra molestía fue con los lugareños, porque nadie puede tener a un animal viviendo en esas condiciones», argumenta.
Ante el hostigamiento que ha recibido el animador, Soto comentó sobre la agresividad de «los animalistas de Santiago»: «Son maleducados y agresivos. Yo soy una persona consciente y tolerante. Él habló de críticas que recibe cuando muestra bueyes trabajando. Mi marido también usa bueyes para trabajar. Sé cómo es vivir lejos de Santiago», argumenta la animalista desde Quellón.
