Rompiendo el estricto protocolo real el hijo menor de la recordada princesa de Gales, Diana, y Carlos, el príncipe Harry, prefirió seguir a su corazón y viajó a Canadá para visitar a su novia actriz, la estadounidense Meghan Markle.
Es que al parecer las tres semanas sin verse no lo dejaron tranquilo, por lo que en lugar de regresar a Londres tras concluir su gira por el Caribe, el príncipe Harry voló hacia el país del norte de América para reencontrarse con su novia.
Fuentes señalan que se suponía que debía regresar a Gran Bretaña este domingo, pero Harry arriesgó una llamada de atención de su abuela, la reina Isabel II, al desviarse 2.700 kilómetros para viajar a Canadá para visitar a su amor.
Hasta ahora el Palacio de Kensington no ha desmentido ni confirmado la información a los medios que cubrieron la gira de Harry por el Caribe, a los que siempre se les señaló que una vez concluido su viaje el príncipe regresaría de inmediato a Gran Bretaña.
«Harry no podía esperar a verla. Debía volar a Londres en un vuelo de British Airways con el resto de su delegación, pero cambió de opinión y se desvió directamente a verla, ya que no podían soportar estar separados», declaró un amigo del príncipe al diario británico «The Sun».