El amor madre e hijo se da en todos lados. En este caso, se trata de una elefanta y su pequeño hijo, que cruzaban el Parque Nacional Kruger en Sudáfrica.
Un grupo de turistas estaba mirando y tomando fotografías a estos animales, cuando el pequeño sintió curiosidad y se quiso acercar. En un segundo, el instinto maternal de su madre impidió que siguiera a los humanos, y lanzó su trompa para que se devolviera.