El amor está en todas partes y, en algunos casos, deben luchar para lograr que esa relación prospere a pesar de todos los inconvenientes y obstáculos que se presenten en el camino.
Así es la historia de amor de Mako, la nieta mayor del emperador de Japón, quien se enamoró Kei Komuro, uno de sus compañeros de la universidad. En el 2013 él le pidió que pasara el resto de su vida con él y ella no lo pensó dos veces y aceptó.
Pero había un gran obstáculo: después supo que al casarse debía renunciar a su vida en la realeza puesto que perdería sus derechos y deberes como miembro de la familia Imperial nipona por lo que pasaría a ser una plebeya. ¿Qué hizo? La joven de 25 años decidió seguir adelante con su decisión porque el amor es más fuerte.
El matrimonio se celebrará el próximo año tal como lo anunciaron en una conferencia de prensa dada el domingo recién pasado. ¡Incluso el emperador le dio el visto bueno a la relación!
La historia de amor
La princesa se mostró «realmente feliz» por el anuncio y ambos aprovecharon su primera aparición juntos ante los medios para explicar los orígenes e historia de su relación. Ellos se conocieron en 2012, durante su primer año como alumnos en la Universidad Internacional de Tokio, durante una sesión de orientación para programas de intercambio para estudiar en el extranjero. Empezaron a salir antes de que ella se fuera a Edimburgo y él a California. «Estuvimos muy lejos el uno del otro durante un largo periodo de tiempo, pero mantuvimos el contacto y profundizamos nuestra relación», dijo Komuro, que trabaja actualmente en un despacho de abogados.
Komuro pidió casarse con la princesa en 2013, y ella aceptó. «Me atrajo de él su sonrisa brillante como el sol», aseguró Mako, a lo que su prometido respondió: «Ella cuida de mí con calma, como la luna».
¡Qué lindo es el amor!