¿Recuerdas haber tenido un amigo imaginario en tu infancia? ¿Era una personita o tenía otra forma? Es muy común que los niños, de 2 o 4 años, tengan amigos imaginarios y cuenten acerca de sus historias con ese amigo que sólo él ve, ése que todos tuvimos cuando niños y, que a pesar del paso de las generaciones, sigue existiendo en la mente de los niños más pequeños.
Pero tranquil@, tener un amigo imaginario es más normal de lo que creemos. Más que una simple fantasía infantil es un «fantasmita» indispensable en la formación de la identidad de tu niño, parte del crecimiento del niño y su capacidad de sociabilizar con otros.
¿Por qué ayuda tener un amigo imaginario?
- Los niños expresan sus miedos, sus alegrías y sus inquietudes, lo que los ayuda a liberar sus sentimientos.
- Tienen más confianza en sí mismo.
- Favorece a su autoestima.
- Se ponen en el lugar del otro. Esto les ayudará a entender los diferentes puntos de vista de las personas.
- Desarrolla habilidades sociales. Porque conversa con su amigo imaginario, y luego podrá aplicar eso en la vida real.
Los amigos imaginarios pueden ser un oso de peluche, animales e incluso cosas. ¡Deja que eche a volar su imaginación!