Los estudiantes no pueden acreditar que sus estudios continúan tras el cierre de la institución.
Sin universidad y con deudas tocando sus puertas. Así están los estudiantes de la Universidad del Pacífico, quienes ante el cierre de la institución educacional, viven otra situación agobiante. Los bancos a cargo de sus Créditos con Aval del Estado (CAE) han comenzado a cobrar las primeras cuotas, ante la incomprobable continuidad de estudios.
Muchos de los denunciantes, han recibido llamados telefónicos de entidades bancarias para solicitarles que comiencen a pagar cuotas, ya que no siguen estudiando, y la universidad no les ha dado solución a la situación de sus antiguos estudiantes.
Rogelio Iturra, quien cursaba Animación Digital en 2D y 3D, comentó a los medios que «me fui a Toronto a levantar los datos de mi tesis para presentarla en el segundo semestre y me quedé con la tesis en la mano y me fui a sacar la cresta y media y cuando llegué estaba todo quema’o».
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Al joven le quedaban solo dos asignaturas por cumplir y dice que no se ha comunicado con nadie de la universidad. «La secretaria académica no existe y Pablo Ortúzar está fugado. La deuda no debe pasar los 3 millones de pesos, el punto es que es plata, entonces, tengo que esperar que llegue el administrador de cierre y no pienso invertir más en esa empresa».
Recordemos que el conflicto en la Universidad del Pacífico comenzó en octubre pasado, y en enero el Consejo Nacional de Educacion le quitó el reconocimiento oficial a la entidad, tras una solicitud del Ministerio de Educación. Solo falta que se designe un administrador de cierre, quien podría mantener funcionando la universidad, que hoy permanece cerrada.
Otra queja de los estudiantes fue la imposibilidad de obtener pase escolar, argumentando que es necesario para sus reuniones en el Ministerio de Educación, ni certificados de alumnos regular.
