Hay personas que siempre les han dicho que son «almas viejas» quizás te lo han dicho y te identificas con estas características.
Tienden a pensar mucho en todo: Siempre le buscan un significado más profundo a sus relaciones, a simples interacciones con extraños, y al mundo a su alrededor.
Les gusta la soledad:A las almas viejas no les interesan las actividades de las personas de su misma edad, por lo que tienden a estar solos la mayor parte del tiempo. Sin embargo, esto no es malo, pues utilizan esa soledad para reflexionar sobre su vida y sobre todo lo que sucede en ella.
Siempre fueron maduros para su edad:Cuando eran niños la gente les comentaba lo maduros que eran y probablemente les gustaba sentarse en la mesa con los adultos en vez de con los niños. No es que no hayan disfrutado de ser niños.
Se contentan con las cosas simples:Cosas como beber café y leer las noticias, tomar desayuno con amigos, cocinar una gran cena, o leer un buen libro.
Tienen una visión filosófica de la vida: Suelen fomentar la paz y el amor, pues les parece que es la forma más inteligente y satisfactoria de utilizar su tiempo.
Son confiables:Sin importar dónde sea que vayan, las almas viejas brindan la sensación de seguridad y confianza, que inclina a los extraños a querer contarles cosas de su vida, aun si solo se conocen hace pocos minutos. Lo mismo ocurre con los amigos, pues al tener un alto nivel de empatía y aceptación hacia los demás y comprender la importancia del perdón, logra que sus amigos busquen consejo en ellos, pues las almas viejas los escuchan sin emitir ningún tipo de juicio.
¿Conoces a algún amigo de alma vieja?