El cineasta es el primero en ser nominado a mejor película extranjera y mejor película en simultáneo por su última entrega.
Alfonso Cuarón se muestra reflexivo. Y es que su último filme, «Roma», ha alcanzado un importante éxito mundial, lo que le ha valido 10 nominaciones a los premios Oscar. En conversación con Noticias ONU, el director mexicano confiesa no saber la razón del éxito de su cinta, pero sí está seguro de que «(Roma) ha abierto la conversación sobre el racismo en México».
Según el mexicano, la película ha tenido una respuesta desde lo emocional, al tocar temas como «clase social y bagaje étnico son iguales en todo el mundo», comentó.
Otro de los motivos que analiza el cineasta es la relación entre mujeres, la que ha generado un interesante punto de vista, pues según Cuarón, tras el «amor» entre la protagonista, Cleo, y la familia para la que trabaja, se esconden formas de abuso.
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Otro tema que el director de Roma considera relevante es que la cinta ha ayudado a visibilizar a los movimientos sociales de trabajadoras domésticas, lo que es «muy importante» para el mexicano.
Sin embargo, él mismo aclara que «sería presuntuoso decir que la película contribuye, lo que sí es cierto es que está siendo utilizada como plataforma para asociaciones que están consiguiendo cosas, como un programa piloto para legislar su situación laboral».
Un punto del que se ha hablado en las últimas semanas, es de la inclusión de rasgos indígenas en el filme, como el mixteco propuesto por Cuarón, quien asegura que es una parte importante de la identidad de los mexicanos y que debe promocionarse y recuperarse de manera real. «No con ese orgullo indígena que los mexicanos ven como pasado lejano pero ignorando a la población que todavía habla sus lenguas», afirmó.
Para el director, urge la necesidad por parte de las autoridades de proteger y dejar de menoscabar a los pueblos indígenas que, desde hace décadas, dicen «no queremos la integración, queremos que nos dejen en paz».
Otro dato interesante que deja esta temporada de premiaciones, es que Cuarón podría hacer historia nuevamente. Si en 2014, se transformó en el primer director de habla hispana en ganar un Oscar, hoy la apuesta es más alta, pues Roma está nominada a mejor película extranjera y mejor película, hecho inédito en la Academia.
La película ha sido un proyecto casi personal para el mexicano, filmado en blanco y negro, en español y mixteco, y con actores en su mayoría debutantes. Hasta rodeándose hasta de los muebles de sus padres que abrigaron su infancia. Cuarón ha volcado en «Roma» los recuerdos de su infancia en ese barrio de Ciudad de México, la colonia Roma, con mucho trasfondo social, pero sobre todo, sentimental.