120 kilos, melena rubia, lentes y traje de enfermera. Irreconocible, pero se trata nada menos que de Patricia López. La actriz encarna a Isolda, una enfermera obesa en «Pobre Inés sentada ahí», montaje musical que se estrena hoy en la sala Corpartes y que será la despedida de las tablas de la actriz Bélgica Castro, tras 75 años de carrera.
A Paty, en Instagram, sus seguidores no la reconocieron. «Eres un camaleón» y «te pasaste» fueron algunos de los elogios que recibió por su transformación. Ella contó al diario Las Últimas Noticias que se demoran dos horas en ponerle en la cara una prótesis con prominentes mejillas y papada, además de un corpóreo enorme bajo la ropa para lucir más gorda. «Siento otra energía, otra calidad de movimiento. Es un regalo, yo estudié teatro para esto, para experimentar cuerpos distintos. No es llegar y ponerse el corpóreo, hay que darle un movimiento interno», declaró la actriz.