A principio del 2016, Mariah Carey hacía publica la noticia de los preparativos de su matrimonio con el cuarto hombre más rico de Australia, James Packer. El empresario le propuso que se casara con él, en medio de una cena en Nueva York en compañía de amigos y ahí la sorprendió con un anillo de 35 kilates.
Este se iba a convertir en el tercer matrimonio de la cantante y en un par de entrevistas manifestó lo feliz que se encontraba en esta etapa de su vida. Sin embargo, hace algunos días la revista «Life & Style», señaló que la pareja decidió cancelar todo lo que tenía que ver con la boda, ya que Packer se enteró de que Carey aún no estaba legalmente separada del padre de sus dos hijos, Nick Cannon.
Como ambos habían llegado a un acuerdo de buenos términos en cuanto a la custodia de los niños, el trámite de la separación se retrasó y eso molestó al actual prometido de la intérprete de «Heartbreaker», tanto que fue él mismo quien le pidió a ella que terminara con la organización de la ceremonia y de la fiesta.
«Mariah está muy molesta. Estaba preparando una boda de ensueño y ahora teme a que eso podría nunca ocurrir», dijo una fuente cercana a la cantante al mismo medio.