- Por MJ
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En las últimas horas se han revelado diversos casos de acoso sexual que han estado relacionadas con celebridades de Hollywood. Así lo hemos visto con las denuncias en contra de Kevin Spacey y ahora último Nick Carter.
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Otro de los casos que ha causado impacto a nivel mundial es la denuncia que realizó Melissa Gilbert, la ex Laura Ingalls de «La pequeña casa en la pradera». La actriz acusó al director de cine Oliver Stone de acoso sexual, donde señaló que él intentó abusar de ella en el casting de la película «The Doors», en 1991.
Gilbert reveló en el programa «Radio Andy», que Stone le había preparado una «escena especial» que quería ver interpretada «físicamente para él en la sala de audición». Y agregó: «Era una escena tan humillante y horrorosa que no lo hice y salí llorando de allí».
La actriz de 53 años añadió que «me dijo: ‘Escribí la escena entera. El personaje estaba apoyada de manos y rodillas diciendo ‘Házmelo, cariño’. Realmente algo sucio y horrible. Y él se animó a decirme: ‘Quiero que la representes para mí'».
Thank you all. Especially you @Andy for helping me lift this weight off of my shoulders. #metoo #nomore https://t.co/OJJKpFdwiu
— Melissa Gilbert (@MEGBusfield) November 20, 2017
La respuesta de Stone
Tras las acusaciones públicas, el director salió a defenderse a través de un comunicado que dio a conocer Deadline. Allí declaró que «a cualquiera de las personas que hacían las pruebas se les decía que las escenas se ensayarían e interpretarían, a partir de un guión, con mi directora de casting, Risa Bramon García, presente en todo el proceso, para garantizar un entorno seguro para todos los actores que se presentaban».
«Hicimos pruebas para docenas de actores y se hizo claro desde el principio que nuestro filme iba a ser una película de rock and roll lasciva y sin restricciones», agregó el cineasta.
Risa Bramon García corroboró la versión de Oliver, según citó The New York Daily News, y aseguró que en el casting llevado a cabo en 1991 «no hubo un intento de ofender personalmente a ningún actor particular». También señaló que los actores eran conscientes del «material provocativo» de las escenas en las que iban a trabajar y que «ningún actor fue forzado ni se esperó que hiciera algo que pudiera ser incómodo».