¡No deja de sorprendernos! Y a cualquiera le llama la atención este anciano que pareciera no dolerle nada mientras le pegan.
Frente a él, un joven que le da golpe tras golpe en el abdomen, el cuello y el vientre, pero nada de esto es suficiente. El abuelo sigue sin reaccionar ni da muestras que estos golpes le duelen.
¡Impresionante!