Hay personas que tienen un metabolismo más rápido que otras y eso es lo que provoca que algunas puedan comer una hamburguesa con papas fritas sin preocupación de engordar.
¿Se puede acelerar, entonces, ese conjunto de reacciones químicas en el organismo? Lo cierto es que no existen los milagros, pero sí algunos pequeños trucos que ayudarán a acelerar el metabolismo un poco más.
- No saltarse comidas: Mucha gente cree erróneamente que para bajar de peso necesitas comer menos. No obstante, cuando te quedas con hambre, comes menos o te saltas una comida, tu cuerpo hace más lento su metabolismo para racionar el “combustible” que le queda.
- Desayunar: Después de largas horas de permanecer en reposo, necesitas un impulso de energía para comenzar con tus funciones. Por lo tanto, tu cuerpo al desayunar iniciará todos sus procesos digestivos de la forma correcta, lo que te permitirá quemar calorías en el día.
- Realizar ejercicios de cardio: Correr, nadar, andar en bicicleta o bailar son algunos de los entrenamientos cardiovasculares que mantendrán tu metabolismo a tope. Lo fabuloso de estos ejercicios es que también te ayudarán a quemar más calorías en reposo que lo habitual, ya que tu cuerpo tarda más en regresar sus niveles de oxigenación al cuerpo.
- Relajarse: El estrés puede afectarte mucho más de lo que crees, desde darte antojos, aumentar tu hambre e incluso hacer que comas por ansiedad. Además, cuando tienes altos niveles de cortisona (la hormona del estrés), ésta inhibe la capacidad de tu cuerpo de quemar grasa y logra que, en vez de eso, la acumules sobre todo en el área del abdomen. Por lo mismo, se recomienda hacer series de respiración cada día, meditación o alguna otra actividad que te distraiga, como salir a caminar o correr.
Revisa: ¿Por qué es tan importante mantener los horarios de las comidas para bajar de peso?
- Tomarse un tiempo: Si tienes una agenda muy ocupada y no tienes tiempo de ir a una clase, busca ratitos de 10 minutos en tu día y haz alguna serie de ejercicio en donde varíes tu ritmo cardíaco (HIIT). Por ejemplo, puedes desde saltar 10 minutos la cuerda, subir corriendo unas escaleras o hacer 10 burpees. Lo importante es que aceleres tu corazón por algunos minutos, lo cual puedes hacerlo 3 o 4 veces al día.
- Comer un snack antes de acostarse: Es muy común pensar que es mejor no cenar antes de irte a dormir, sin embargo, lo ideal es comer unas dos horas antes de irte a la cama. Asimismo, comer un pequeño snack unos minutos antes de cerrar los ojos (de 100 a 200 calorías), hará que tu cuerpo siga trabajando mientras estás descansando. Es mejor si es una verdura o algo sin azúcar.
- Consumir proteína: Una mujer adulta promedio requiere 46 gramos al día y en general necesitas que entre el 10% y el 35% de tus calorías provengan de ésta. Además, cuando comes carne, huevo, pescado, legumbres, granos enteros y otras fuentes de proteína, tu cuerpo tarda más en romperlas y digerirlas, por lo que te mantendrás satisfecha por más tiempo.
- Tomar agua: El agua hace que todas las funciones del cuerpo se realicen de manera adecuada y que la grasa se sintetice de forma correcta. Por otro lado, contribuye a que te sientas menos cansada y también puede lograr que comas menos, ya que algunas veces la mente confunde la sed con apetito.