Distintos factores afectan la circulación sanguínea de las piernas en el día a día, ya sea causas genéticas u hormonales, estilos de vida o traumatismos.
Sin embargo, siempre es posible mejorarla, y aliviar así las posibles molestias y dolores que se ocasionan a raíz de ella. Apunta los siguientes consejos para que tus piernas anden siempre bien.
- Actividad física frecuente. Lo ideal es realizar algún tipo de ejercicio como caminar, correr o andar en bicicleta, en los que se ejerciten principalmente los músculos de las piernas.
- Drenaje linfático manual. Puedes hacerte tú misma o acudir a que te realicen este tipo de masaje, con el cual se consigue eliminar el líquido en exceso que hay en el organismo y, por lo tanto, mejorar la circulación.
- Ejercicios en casa u oficina. Existen ciertos ejercicios muy fáciles de realizar que te ayudarán en este propósito, como caminar en puntas de pie, mover los dedos, apoyarse alternativamente sobre las puntas y sobre los talones, mover las puntas de los pies hacia fuera y hacia adentro, y acostarse y elevar los pies.
- Vestido y calzado. Utiliza ropa cómoda que no te oprima, no uses tacos muy altos y, si acaso debes estar mucho tiempo de pie, procura usar medias o calcetas que sirvan para mejorar la circulación.
- Alimentación. La sangre circulará mejor si consumes alimentos ricos en potasio, como frutos secos y algunas frutas como plátanos. Además, incluye fibra en tu dieta, así como alimentos ricos en vitaminas B y C. Por el contrario, minimiza las grasas.
- Altas temperaturas. Evita el calor directo sobre las piernas, ya sea al exponerlas al sol o a la depilación con cera caliente, por ejemplo.
- Duchas. Cuando tomes un baño, procura intercalar agua fría y caliente (siempre acabando con la fría), lo cual te ayudará a estimular la circulación sanguínea.