Por si no lo sabías la piel es mucho más de lo que mostramos al resto, su función es proteger y aislar el organismo de amenazas externas. A su vez, es la que nos expresa que algo no está bien al interior de nosotros, enviándonos señales que debemos saber interpretar.
Esas señales deben ser revisadas por un especialista, porque es quién puede decirnos qué podemos hacer con estas manchas o marcas que nos puedes salir de un momento a otro.
El portal BuenaVida del diario «El País», conversó con el dermatólogo Raúl de Lucas, quien señaló las marcas a las que debemos estar atentos:
Alas de mariposa en la nariz y las mejillas
Los dermatólogos conocen bien qué puede ocultarse detrás de esas manchas rojas con forma de insecto: “El lupus, una enfermedad sistémica que puede afectar al riñón y otros órganos”, alerta Ramón Grimalt, profesor de Dermatología de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC).
Son avisos que van y vienen, y están relacionados con la exposición al sol, por ello, es frecuente que la llegada del buen tiempo coincida con las primeros síntomas de la enfermedad.
Palidez extrema
Si se acompaña de cansancio y decaimiento, puede ser un marcador de anemia, aunque “para comprobar si puede haber déficit de hierro, miramos las mucosas y la conjuntiva [la membrana delgada que cubre la superficie interna del párpado y la parte blanca del globo ocular]”, especifica Ramón Grimalt.
El color de la piel depende de la mezcla del pigmento férrico, que es la cantidad de sangre que circula por debajo de epidermis, y del pigmento melánico, que da el tono bronceado. “No obstante, hay personas de piel muy clara porque tienen poca melanina pero tienen suficiente hierro, y otras con piel oscura pero con poco hierro”, puntualiza.
Picores y eccemas
Nadie se libra de que la mente le juegue una mala pasada. En este sentido, la piel y el sistema digestivo son los órganos en los que descargamos la ansiedad y el estrés para transformarlos en diferentes trastornos. Detrás de unos picores generalizados por todo el cuerpo, que aparentemente no se relacionan con ninguna sustancia química, ni física, ni con ningún tratamiento, puede haber una psicodermatosis, señala Grimalt.
Lesiones de color rojo púrpura
Una mancha roja que no desaparece al presionarla con el dedo puede ser un síntoma de problemas de coagulación sanguínea, o incluso de enfermedades inflamatorias autoinmunes. “Si se acompañan de fiebre, dolor de cabeza o son manchas palpables (con relieve), hay que consultar con el médico”, insiste Raúl de Lucas.
Erupciones pruriginosas y simétricas en rodillas y codos
Es uno de los síntomas de la celiaquía. El dermatólogo describe que “pican mucho, aparecen en brazos, rodillas, codos, nalgas y la parte posterior del cuello, y son lesiones crónicas. Los análisis inmunológicos y una biopsia de piel confirmarán el diagnóstico. “Tratando el consumo de gluten, se pueden eliminar esas lesiones cutáneas, aunque en ocasiones también es necesario un complemento farmacológico”, concluye.
Brotes de acné
La aparición continuada de acné en mujeres adultas, con su presencia característica en las ramas mandibulares, el mentón, el cuello y la zona peribucal (alrededor de la boca) puede ser una clara manifestación de problemas hormonales.
Los facultativos citan, por ejemplo, su relación con ovarios poliquísticos o un aumento de la acción biológica de los andrógenos (si se asocia a la aparición de vello y obesidad en el tronco), que podría derivar en otros problemas metabólicos.
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Pecas repentinas de color ‘café con leche’ y arañas vasculares alrededor de la boca
Del mismo modo que las verrugas seborreicas grisáceas en ancianos o una piel extremadamente seca, han de ser consultados con el médico, porque podrían relacionarse con la existencia de otras enfermedades más severas. Así, Raúl de Lucas reitera que “la piel se relaciona con multitud de complicaciones sistémicas, y los dermatólogos estamos preparados para reconocerlas”.