Por su sabor y versatilidad, el ajo es comúnmente utilizado como condimento en gran cantidad de preparaciones. Sin embargo, también posee otros múltiples beneficios que lo convierten en un buen aliado de nuestra salud.
- Fortalece el sistema cardiovascular: Es rico en antioxidantes y nutrientes que ayudan a evitar el daño oxidativo, lo que retarda el envejecimiento celular y de los tejidos. Además, protege al corazón previniendo problemas cardiovasculares y favoreciendo una presión arterial normal, gracias a su aporte de alicina. Por otro lado, reduce el colesterol malo en sangre y relaja los vasos sanguíneos.
- Aumenta las defensas: Los compuestos sulforosos del ajo refuerzan naturalmente el sistema inmunitario para hacerle frente más eficazmente a virus y bacterias. Su acción antibiótica combate los gérmenes y reduce el riesgo de alergias respiratorias, resfríos e infecciones en general.
- Favorece la digestión: Regula los procesos digestivos, reduciendo la inflamación y potenciando la flora bacteriana del intestino. El ajo forma parte de los denominados prebióticos; grupo de alimentos que fortalece naturalmente la microbioma saludable del organismo. También es útil para eliminar parásitos y bacterias del tracto gastrointestinal, previniendo el desarrollo de infecciones y de enfermedades crónicas.
Revisa: Mantén tu rostro libre de impurezas con un diente de ajo
- Combate congestiones: Reduce el riesgo de infecciones respiratorias, alivia los síntomas típicos de la congestión y disminuye el espesor de la mucosidad facilitando su eliminación. Además, sus compuestos de azufre son antisépticos, expectorantes y antiinflamatorios, mejorando cualquier cuadro de congestión de manera natural.
- Previene las venas várices: Se aconseja consumir un ajo crudo cada mañana para prevenir y combatir las venas várices de las piernas. Esto, gracias a que relaja los vasos sanguíneos y mejora la circulación de la sangre, favoreciendo el retorno.
- Es altamente desintoxicante: El ajo es un alimento desintoxicante por naturaleza, que contribuye a limpiar las arterias y a purificar la sangre. A su vez, mejora la función hepática y favorece la función de los órganos excretores.
- Cuida los huesos: Finalmente, el ajo también fortalece la salud ósea, por lo que se recomienda su consumo especialmente en mujeres con menopausia. Aporta calcio en pequeña cantidad y sustancias sulfurosas que ayudan a mantener la densidad de los huesos. Por otro lado, gracias a su efecto antiinflamatorio y analgésico, podría ayudar como complemento natural en los tratamientos por dolores articulares y lumbares.