Las cejas se pueden maquillar, incluso, aunque salgas con la cara lavada. Es un paso en la rutina de belleza que se suele saltar. No obstante, una vez que descubras cómo hacerlo, no entenderás cómo habías vivido sin estos tips.
Solo necesitas unas pinzas, sombra, pincel y un gel para cejas, cada uno para cumplir una función particular.
Elige un pincel de cejas angulado que dome y dé forma al pelo. Un fijador que defina, controle y pueda proporcionar forma. Y un gel con color para cejas del mismo tono de tu piel o un poco más oscuro, pero nunca más claro.
Pasos a seguir
1. A la hora de elegir el tono del producto, ten en cuenta lo siguiente: SI eres rubia, elije un tono ceniza o marrón arena. Si eres castaña, un caoba o marrón oscuro. Y si tienes el pelo negro, inclínate por un marrón oscuro.
2. Para un maquillaje diario con un efecto muy natural, aplica una máscara de cejas: Peina, matiza y fija con la cantidad exacta de producto gracias a su aplicador redondo.
3. Aplica el producto directamente bajo la esquina interna de la ceja para definir. Difumina y verás cómo los pigmentos reflectantes de la luz del lápiz la elevan ópticamente.
4. Rellena las zonas de la ceja menos pobladas, siempre con el tono que más se parezca a tu color de pelo, con unos toques ligeros de lápiz o con sombra en polvo.
5. Es hora de crear un arco. Hazlo con el pincel desde el centro y luego sigue la línea de la ceja hacia abajo.
6. Corrige con un gel. Estos contienen microfibras con color que engrosan las cejas, dándoles una forma muy natural, además que ayudan a fijarlas.
7. Delinea con el browliner, primo hermano del eyeliner, para aportar intensidad.