Si quieres presumir de un rostro y una piel perfectas, comienza desde hoy a incorporar la cúrcuma en tu rutina de belleza.
Corresponde a una planta herbácea, famosa por sus propiedades medicinales y de cuya raíz se extrae la especia de color anaranjado que tantas personas usan para aderezar platos.
- Elimina los granos: Gracias a su riqueza en propiedades antiinflamatorias, la cúrcuma reduce el tamaño de los granos y acelera su desaparición. Además, contiene sustancias antisépticas y antibacterianas que contribuyen a acabar con el acné en poco tiempo.
- Mantiene la piel joven: Otro de los beneficios de la cúrcuma para la piel reside en sus grandes dosis de antioxidantes; unas sustancias que se encargan de neutralizar los radicales libres responsables del envejecimiento.
- Acelera la curación de heridas: Si tienes heridas en la piel que no terminan de cicatrizar, la cúrcuma te ayudará a acelerar su curación gracias a la curcumina, un activo que estimula la regeneración celular y posee propiedades curativas.
- Aporta luminosidad: La textura rugosa de la cúrcuma en especia y su poder para estimular la regeneración de las células, la convierten en un producto fabuloso para exfoliar el rostro y el cuerpo, lo que se traduce en una piel más suave y luminosa.
- Reduce el exceso de sebo: Esta planta herbácea también se ocupa de equilibrar el sebo del cutis y de impedir que el exceso de grasa pueda derivar en la aparición de acné, quistes y brillos en la piel.
- Atenúa manchas: Si aplicas una mascarilla casera en la piel donde la cúrcuma sea la protagonista, tendrás la oportunidad de eliminar las células muertas y de regenerar la piel, lo que te ayudará a atenuar las manchas de una forma natural.
- Protege de los rayos solares: Los antioxidantes presentes en la cúrcuma también son capaces de proteger la piel de los dañinos rayos ultravioleta, los cuales pueden traer consigo la aparición de manchas, quemaduras y melanomas.