Si estás en plan de bajar de peso y en busca de opciones para reducir el apetito en tu día a día, te gustará saber que hay bebidas ideales que funcionan como inhibidores del apetito. Ello, pues son ricas en proteínas, fibra y otros minerales que te sacian.
Eso sí, es importante considerar que estas bebidas no deben reemplazar a las comidas, ni siquiera al desayuno, ya que no aportan todos los nutrientes necesarios. Solo son un buen complemento para reducir el hambre y controlar los antojos de la jornada.
- Leche: Un estudio publicado en «The american journal of clinical nutrition» explica que la leche contiene proteína, suero y caseína, por lo que aumenta la sensación de saciedad. Asimismo, los expertos revelan que la lactosa ayuda a reducir el apetito.
- Agua de berro: Por su alto contenido de fibra (0.5 g por cada 100 gramos), el agua de berro es recomendada para mantener controlado el hambre por más tiempo. En un litro de agua deja reposar 45 gr de berro desinfectado y bebe cinco cucharadas antes de cada comida.
- Café negro: La cafeína contribuye a un mejor trabajo metabólico y es un supresor natural del hambre. Eso sí, se recomienda no tomar más allá de dos tazas al día sin azúcar para controlar el hambre. Según una investigación, los efectos del café negro se pueden mantener incluso hasta tres horas después de beberlo.
- Jugo de verduras: Cuando una persona bebe un vaso de jugo de vegetales, antes de la comida, consume hasta 135 calorías menos, por lo que éste es considerado un poderoso supresor del apetito que también aporta vitaminas, minerales y antioxidantes. Así lo señalan investigadores de la Universidad Estatal de Penn, en Estados Unidos.
- Agua de extractos de algas marinas: Un estudio publicado en la revista «Obesity» revela que las bebidas con altos niveles de alginato funcionan como supresores del apetito. De tal forma, las personas que toman bebidas con una dosis elevada de alginato pueden reducir entre un 20% y un 30% sus ganas de comer.
- Té verde: Las catequinas del té verde controlan los niveles de glucosa en la sangre e insulina, explican investigadores de la Universidad de Maastricht en Holanda. Por lo tanto, cuando está estable el nivel de azúcar en la sangre, es menos probable que sientas hambre o un vacío en el estómago.