Favorita de muchos, no hay duda de que la postura sexual del «Misionero» puede convertirse en un momento muy placentero durante el acto sexual. Si es que sabemos cómo ejecutarla correctamente.
Así lo comenta la terapeuta sexual Lori Buckley, quien señaló en la revista Cosmopolitan, que la mayoría de la gente no se da cuenta que la posición de misionero puede tener muchas variaciones a parte de la convencional, variaciones que exponen tus nervios a un rango amplio de sensaciones y provocan muchos y sensacionales orgasmos.
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Y acá entrega sus mejores consejos
1. Mueve tu pelvis: La posición de misionero falla en el momento de que no hay contacto con el clítoris, pero un simple ajuste puede solucionar esto. Mientras él está arriba, haz que suba 4 centímetros más, así la base de su pene quedará perfectamente alineada con tu clítoris. Con tus piernas alrededor de sus muslos presiona tus genitales con los de él, así crearás presión. Tu clítoris te hará saber cuándo lo estés haciendo correctamente.
2. Ve profundo: Mientras él está arriba, dirige tus rodillas hacia tu pecho, y coloca uno o ambos pies en el pecho de tu chico. Al hacer esto la punta de su pene estará en contacto directo con tu cérvix, lo que te provocará una sensación realmente placentera.
3. Toma el control: Sólo porque estés abajo no significa que él domine toda la situación. Coloca una de tus piernas sobre su hombro mientras la otra permanece estirada en la cama. A tu ritmo intercala la posición de tus piernas. Este movimiento creará placer en tu punto G.
4. Hazlo besar sus rodillas: Con esta posición puedes despertar sensaciones gracias a un nuevo ángulo de penetración. Acuéstate y dile que se arrodille entre tus piernas mientras coloca sus glúteos sobre sus tobillos. Él puede usar la fuerza de sus muslos para empujarse hacia enfrente y agarrarte de la cadera para controlar el paso. Esta posición estimula tu pared inferior vaginal.
5. Estírate completamente: Quizá suene raro pero mantener tus piernas cerradas puede detonar más placer. Una vez que él esté dentro de ti junta tus rodillas y manténlas estiradas para que las piernas de él se mantengan abiertas fuera de las tuyas. Después presiona tus muslos para crear fricción con tus labios vaginales, los cuales están llenos de sensibilidad.
6. Utiliza juguetes: No, no tienes que ir a una sex shop para hacer este punto. Puedes utilizar una almohada o cojín y colocarlo debajo de tu espalda baja para alzar tu vagina. Su pene estará en contacto directo con tu punto G. Para más placer trata de colocar tus manos sobre sus glúteos, así controlarás el ritmo y el movimiento de las penetraciones.