Las llamadas bebidas ligth, en comparación con las regulares, contienen endulcorantes artificiales con un contenido de calorías menor. Sin embargo, esto no significa que se aconseja su consumo frecuente ni en mayor cantidad, porque en realidad sí aportan una buena cantidad de calorías a una dieta balanceada.
Pero esa no es la única consecuencia. Por lo tanto, si tienes la costumbre de beber bebidas light, considera los siguientes efectos secundarios que puedes conseguir a través de su consumo:
1. Subir de peso: De acuerdo con investigadores de la Universidad de Leeds, aún consumiendo productos dietéticos se corre el riesgo de aumentar de peso, por la falsa creencia de poder beber cuanto se desee, sin limitar su cantidad ni frecuencia.
2. Adicción: Los investigadores de esa misma universidad explicaron que las bebidas light producen un desequilibrio que detecta el cerebro. O sea, al consumir un producto dulce sin calorías, el sistema nervioso dispara la necesidad de ingerirlas, lo que suele exteriorizar con demostraciones de ansiedad, generalmente satisfechas con comida.
3. Dañan los dientes: Un estudio de la Escuela de Odontología de la Universidad de Temple, Filadelfia, determinó que sin una adecuada higiene dental, el ácido cítrico y fosfórico puede provocar caries y enfermedad periodontal grave, debido a la erosión que causa a los dientes.
4. Infecciones urinarias: Algunas bebidas light contienen aspartame, un compuesto preparado de ácido Aspártico y Femilamina, que ha sido asociada con daños a las células cerebrales y tumores cerebrales, además de elevar la acidez de la orina. Esto último, que nos hace más susceptibles a infecciones urinarias.
5. Diabetes. Un estudio del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica de Francia reveló que consumir en gran cantidad bebidas light multiplica por 2.3 el riesgo de diabetes.
6. Obesidad. Investigadores de la Universidad de Texas Health Center encontraron una relación entre la obesidad y las bebidas light. Según sus conclusiones, el riesgo de padecer obesidad aumenta 26.5% para las personas que beben media lata por día y 24% para quienes consumen una lata diaria. En tanto, para quienes beben más de una o dos latas, el riesgo es de 54.5%