Si quieres que tu esmalte de uñas permanezca perfecto, sin agrietarse ni perder intensidad, aquí te contamos cómo lograrlo en simples pasos.
- No debes lavarte las manos antes de pintarte las uñas o, si lo haces, dejar que pase el tiempo suficiente para que las uñas se sequen. De lo contrario, el esmalte no se podrá adherir bien por la humedad.
- No aplicar directamente el esmalte. Ponerte primero una base transparente es fundamental, tanto para la duración del esmalte, como para la protección y endurecimiento de la uña. Las uñas son porosas e irregulares, por lo que una capa de base las alisará. Y si además contiene agentes nutritivos, las reforzarás.
- Es clave limar las uñas para evitar que cualquier irregularidad levante el esmalte. Se pueden usar dos limas, una gruesa para darle forma a la uña y una más suave para pulirla. Recuerda que la uña se lima empezando por el borde libre y luego por los laterales.
- Debes reforzar con una capa de esmalte el extremo de la uña. Así evitarás que con las actividades cotidianas se levante la pintura o se raye.
- Por último, utiliza top coat o finalizador que, a diferencia de lo que muchos creen, su función no es darle brillo a las uñas, sino que reforzar el esmalte y protegerlo. La mayoría de los top coat contienen silicona, por lo que consiguen que la manicure dure más tiempo.