Si deseas conservar el pan crujiente como el primer día, lo primordial es saber que la clave está en mantener el grado óptimo de humedad. Disfrútalo en su estado adecuado poniéndo en práctica los siguientes tips.
- Déjalo enfriar: Al llegar a casa con el pan recién horneado y aún caliente, hay que dejarlo enfriar completamente antes de meterlo en una bolsa. De lo contrario, el calor podría humedecer la corteza, dejando como resultado un poco apetecible pan blando.
- A la hora de servir: Si lo vas a consumir inmediatamente, es preferible cortar las rebanadas justas según vaya haciendo falta. Esto, pues si sobra ya rebanado, se secará mucho más rápido al entrar en contacto con el aire.
- Dónde almacenarlo: Una bolsa de tela, como lino o algodón, es el mejor lugar donde guardar el pan que ha sobrado. También puedes utilizar bolsas de papel y cajas de madera, ya que estos materiales le permiten respirar y conservar la humedad en su interior, en vez de que ésta pase de la miga a la corteza. Por el contrario, las bolsas de plástico favorecen la aparición de moho y reblandecen el pan en exceso. Una vez adentro de la bolsa, lo mejor es guardarla en un lugar fresco, seco y a temperatura ambiente, pero alejado del sol. Solo el pan de molde puedes almacenarlo en su envoltorio en la nevera, pues ahí aguantará en perfecto estado mucho más allá de la fecha de caducidad. Por su contenido graso y conservantes artificiales, el pan de molde se mantiene fresco por más tiempo
- ¿Se puede congelar?: Sí. Otra opción es congelar el pan que ha sobrado, ya que éste es un producto que soporta muy bien la congelación, siempre y cuando se haga en una bolsa de plástico cerrada herméticamente o en papel de aluminio, entero o en troceado. Eso sí, una vez descongelado, no se podrá volver a congelar. Una recomendación es que si vas congelando pan de diferentes días, recuerda poner la fecha en la bolsa para ir consumiendo antes el primero que se congeló.
- Cómo descongelar: Para descongelarlo, es mejor dejarlo al aire, ya que no tarda mucho es recuperar la temperatura. Hay que evitar el microondas aunque, si es demasiado el apuro, puedes meter el pan unos segundos envuelto en papel de cocina y luego dejarlo reposar antes de retirar el papel.