Darse un baño de agua caliente puede ser muy relajante, pero lo cierto es que no es nada recomendable si se trata de cuidar tu salud y belleza.
Por eso, lo mejor es optar por el agua tibia, ya que tampoco la idea es pasar frío, menos aún en temporada de otoño-invierno.
Descubre aquí las razones por las que debes evitar el agua caliente:
- Provoca várices: Los vasos sanguíneos se dilatan con el agua caliente y tus piernas se hinchan, provocando la aparición de las terribles várices.
- Acelera el envejecimiento de la piel: Otra desventaja es que tanto tu rostro como tu cuerpo perderán elasticidad, firmeza y ganarás arrugas prematuras si acostumbras a tomar estos baños.
- Maltrata tu cabello: Favorecerás la caída del cabello, a la vez que aumentarás las posibilidades de adquirir caspa, resequedad y deshidratación capilar. También tu cabellera perderá brillo y se volverá más débil, mientras que si te tiñes, conservarás el color por menos tiempo.
- Altera tu digestión: Especialmente si tomas un baño caliente después de comer, se alterará tu digestión, ya que el calor aumentará el flujo de sangre en tu piel. De ahí que tu proceso digestivo se vuelva más lento de lo normal.
- Daña el cutis: El agua a temperaturas muy altas suele dilatar los poros de la piel, lo que puede provocar que se hinche e irrite. Además, remueve los aceites naturales de la capa externa del cuerpo, restándole brillo y suavidad, y disminuyendo su protección contra bacterias y otras impurezas que se encuentran en el ambiente.