¿Cuántas veces has realizado algo porque el resto ha dicho que debe ser así? Los humanos somos seres de costumbre y por lo mismo tenemos ciertas prácticas que hacemos sin saber realmente las razones de ello. ¡El problema es que algunas de estas actividades son totalmente erróneas!
Toma nota porque estos son los 5 hábitos que tal vez pensabas que eran sanos pero en realidad no tienen ninguna repercusión sobre tu salud.
1. Limpiar la tapa de los baños públicos
Vas a una fiesta, restaurante o estás de viaje y tienes que usar el baño público, ¿te ha pasado que te complicas para no tocar la tapa del inodoro y así evitar contagiarte de gérmenes?
Fuera de tu casa, los baños pueden llegar a ser muy sucios. Esta es la razón por la que muchas personas deciden poner un poco de papel higiénico sobre la tapa del inodoro antes de sentarse, para protegerse de los gérmenes. Sin embargo, la realidad es que los gérmenes, bacterias y virus son muy vulnerables fuera del cuerpo humano, por lo que suelen morir minutos o segundos después de ser expuestos al exterior. Además, la piel humana es un excelente medio de defensa en contra de posibles enfermedades o infecciones.
2. Evitar el uso del microondas
Muchas personas aseguran que utilizar el microondas es muy dañino para la salud, pues se dice que es cancerígeno o que cambia las propiedades de la comida. Hay que destacar que los alimentos sí pierden ciertas propiedades nutritivas al ser calentados en microondas puesto que sus partículas son las que se mueven y logran calentar la comida. Sin embargo, no hay estudios que comprueben que este electrodoméstico sea nocivo para la salud.
3. Usar gel sanitizante en lugar de lavarse las manos
Hace un tiempo, los geles de alcohol se han vuelto muy populares. Por lo mismo, algunas personas empezaron a asegurar que eran una manera mucho más efectiva de acabar con las bacterias de las manos.
Sin embargo, no hay estudio alguno que compruebe que, en efecto, usar gel sea mejor para tu salud en comparación con el lavado de manos común y corriente, es decir, con agua. De hecho, hay algunos patógenos que son inmunes al alcohol. Eso sí, sea cual sea tu método de limpieza, ¡recuerda siempre tener las manos limpias como lo haría Robbie Williams!
4. Tomar multivitamínicos
Los humanos necesitan vitaminas para estar saludables y la mayoría las encuentras en diferentes tipos de alimentos. Por lo mismo, si llevas una dieta balanceada, no es necesario que tomes pastillas extra.
De hecho, los multivitamínicos sirven para personas cuyo cuerpo sufre alguna deficiencia o quienes que, por decisión, no comen alguno de los grupos de alimentos. Eso sí, si necesitas reforzar algún tipo de vitamina debes ir con tu médico para que sea quien te administre la dosis recomendada.
5. Sólo consumir alimentos bajos en grasas
Si estás en un plan de pérdida de peso, uno de los primeros consejos que probablemente recibirás por parte de tus amigos sea el de dejar de comer alimentos con mucha grasa.
Aunque seguir esta indicación sí te ayuda a reducir tallas, se ha comprobado que seguir esta dieta no ayuda a prevenir cáncer o problemas del corazón. De hecho, es al revés: estudios encontraron que las dietas altas en grasas sanas sí ayudaron a reducir el riesgo de padecimientos del corazón.
Recuerda que grasas sanas son frutos secos, palta, aceite de oliva y alimentos de ese tipo. Si necesitas seguir una dieta específica es mejor que tu médico te dé las indicaciones necesarias.