Las costumbres que sigues a partir de las 18 horas pueden estar influyendo en tu peso más de la cuenta. Toma nota de estos 5 hábitos perjudiciales que, afortunadamente, tienen solución.
- Al salir del trabajo, sigues sentada: En el auto, en el autobús, en el sofá… Si trabajas sentada durante ocho horas y al terminar la jornada laboral sigues sin moverte, el sedentarismo irá poco a poco afianzándose como tu estilo de vida, con todas sus consecuencias. Para remediarlo, incorpora el ejercicio a tu vida, aunque sean 30 minutos tres o cuatro veces por semana. Y si no tienes tiempo para eso, intenta al menos caminar un rato de vuelta a casa. Solo 15 minutos diarios de paseo te ayudarán a quemar algunas calorías extra.
- No respetas las 5 meriendas: Las razones de los dietistas para recomendar las 5 comidas al día son varias, entre ellas, que ayuda a mantener el metabolismo activo y los niveles de energía constantes, permite comer raciones más pequeñas sin pasar hambre y evita que el organismo acumule el sobrante de energía en forma de grasa. Por lo tanto, si te saltas la merienda, sucederá justamente lo contrario. No solo te sentirás más cansada, sino que además llegarás a la hora de cenar con tanta hambre, que comerás como si se acabara el mundo.
- Te pasas al happy hour: Ir a tomar un trago con tus compañeros al salir del trabajo es un panorama ideal para distraerte y afianzar lazos. Sin embargo, hacerlo demasiado a menudo y sobre todo sin ningún tipo de control, puede sumar muchas más calorías de las que crees. Ojo que una copa de vino blanco tiene 125 kcal, una cerveza 100 kcal, una ración de papas fritas 200 kcal y así suma y sigue.
- Compensas el día o los malos ratos comiendo: Llegar a la casa cansada, estresada o enojada con tu jefe, e ir directo a la cocina para buscar algo que alivie tu frustración, es bastante común pero poco saludable. Esta secuencia sentimiento-hambre se conoce como apetito emocional y, en determinados casos, puede convertirse en un problema serio que, incluso, puede requerir de ayuda profesional.
- Cenas muy tarde: La hora de tu última comida del día puede ser el motivo por el que no pierdes tanto peso como te gustaría o engordas. De hecho, los expertos recomiendan cenar no más allá de las a las 20 horas, tanto para dormir mejor como para no ganar peso.