Muchas parejas, tienen el deseo de tener un bebé de un sexo en específico pero, ¿eso es posible? De acuerdo a la ciencia sí y estos son los factores que debes tomar en cuenta porque influyen en el sexo del bebé.
¿Qué dicen los expertos?
1. Fertilización in vitro
Estudios realizados en la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, afirman que es más probable poder modificar el sexo de los bebés concebidos con técnicas de reproducción asistida.
Según el estudio, la probabilidad de que el resultado de una fecundación in vitro sea un niño es de 56%, pero cuando se usan técnicas como la inyección directa del esperma en el óvulo, el porcentaje disminuye a 49%.
2. Alimentación
Otro estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, encontró que las mujeres que comían más calorías en general y que comían cereales en el desayuno, así como alimentos con potasio, tenían más probabilidad de tener un niño.
Sin embargo hay que tener cuidado al seguir este método, ya que cambiar la dieta de la madre puede tener repercusiones en la salud.
3. Manipulación química
El ciclo corporal de la mujer tiene niveles alternados de pH dentro de su sistema reproductivo y esos cambios pueden afectar el sexo del bebé, según un estudio publicado en Reproductive BioMedicine Online.
Cuando el pH es más alcalino, favorece a los espermas Y, que darán como resultado un niño, mientras que un pH más ácido favorece a los espermatozoides X, que darán como resultado la concepción de una niña.
4. Ovulación
Existen evidencias que afirman que las relaciones sexuales que ocurren poco antes de la ovulación favorecen la concepción de un niño. La razón es que el esperma Y, que corresponde a los niños, sobrevive por menos tiempo antes de la fertilización pero nada más rápido.
5. Estrés
Investigadores descubrieron que después de vivir un suceso traumático o de mucho estrés, hay más probabilidad de concebir a una niña, ya que los espermas de cromosoma Y, que favorecen a los niños, son más frágiles y no sobreviven a un alto estrés psicológico.
Otra razón es que el estrés afecta los niveles hormonales en la mujer, lo que resulta en una preferencia por el esperma de las niñas, el de cromosoma X.