Estos son los 6 errores que no debes volver a cometer:
- Rizar las pestañas después del rímel: Si lo haces, estás facilitando que las pestañas se quiebren. Nunca olvides que el primer paso es rizarlas y luego aplicar el producto sobre ellas.
- Exceso de tinta en la punta: Otra falla común es el exceso de rímel en la punta del pincel. Debes saber que la tinta llega a las comisuras interiores de los ojos y genera manchas que no son para nada estéticas. Lo que debes hacer es retirar el exceso con un poquito de papel.
- Segunda capa al final del día: Si eres de las que aplica una capa al final del día, estás cometiendo el peor de los errores. Debes tomar en cuenta que el rímel no es un labial, por lo que una capa sobre otra se convertirá en un pegote. Lo mejor es desmaquillarte y volverlo a aplicar.
- Empezar por las pestañas superiores: No hay nada peor que esos puntos negros que quedan en los párpados después de aplicar la máscara. Para evitarlos, la clave está en comenzar por las pestañas inferiores o la máscara se correrá cuando mires hacia abajo. Eso sí, cuando maquilles las superiores es conveniente que mires al frente, coloques el cepillo en la base de las pestañas y hagas un movimiento zigzag para darles un efecto curvo.
- Aplicar el rímel con las pestañas sucias: Asegúrate de usar el producto siempre con las pestañas limpias y sin restos de otros maquillajes que hayas empleado anteriormente. De lo contrario, se debilitarán tus pestañas y la nueva capa solo las hará lucir feas y grumosas.
- Conservar el producto por mucho tiempo: Ojo con la caducidad y con que el producto se ponga grumoso. Sobre todo si usas el maquillaje a diario, debes renovar la máscara de pestañas al menos cada seis meses.