Muchas mujeres se equivocan al encrespar sus pestañas, tanto así, con la posibilidad de que éstas se rompen y nunca más vuelvan a crecer.
Revisa estos consejos para que no te pase y luzcas unas pestañas de impacto siempre.
1. Comprar rizadores de mala calidad
Un mal rizador de pestañas lo más seguro es que se rompa rápidamente o, peor aún, que no cumpla con su función de manera adecuada. Por lo tanto, cuando vayas a comprar un rizador, tómalo como una inversión a tu belleza. Busca calidad para obtener buenos resultados.
2. Apretar muy fuerte
Si deseas tener pestañas largas y saludables, asegúrate de que estás aplicando una suave presión cuando rizas las pestañas. Presionando hacia abajo con fuerza solo darás un ángulo extraño en lugar de una curva que se vea natural.
Además, si aprietas demasiado, puedes romper tus pestañas sin vuelta atrás.
3. No limpiar el rizador
Aunque siempre rices tus pestañas antes de aplicar el rímel, existe la posibilidad de que el delineador de ojos, la sombra, las bacterias y las células muertas de la piel se estén acumulando en tu encrespador. Consejo: Una vez a la semana vierte un poco de alcohol en un algodón y límpialo perfectamente.
4. No cambiar las almohadillas
Con el tiempo, las pequeñas almohadillas dentro del rizador de las pestañas se van ensuciando, por lo que es necesario reemplazarlas. Y es que las almohadillas deben estar limpias, ya que su función es de protección.
5. Aplicar máscara y después rizar las pestañas
¡Error! Esto no solo hace que el encrespador se ensucie, sino que también puede dañar seriamente tus pestañas. Cuando el rimel se seca, hace que las pestañas se pongan más rígidas y menos flexibles. Por lo tanto, rizarlas cuando están en un estado fijo puede llevar a la rotura de las mismas.