Si ya experimentaste el sexo, seguro sabes todo el proceso de tener relaciones sexuales. Sin embargo, poco se habla de algunas consecuencias o efectos que puede tener en tu cuerpo (aparte de gran placer en el momento).
Y estos le suceden a cualquiera, por lo que no es algo que solo te pase a ti. Aquí te contamos de algunos efectos del sexo en el tu cuerpo, que no muchas veces se hablan.
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Liberar aire de tu vagina
Esto pasa. Imagina que estás teniendo sexo y de la nada, tu vagina suelta un sonido que suena como un gas. A veces lo llaman ‘gas vaginal’, pero eso tiene una explicación, dada por la profesora de la Universidad de Indiana, Debby Herbenick.
Este aire que suelta tu parte íntima es una consecuencia normal en el sexo. De acuerdo a la académica, esto suele suceder cuando hay mucho ‘entra y sale’ por parte del miembro de tu pareja. Herbenick aconseja que es mejor cambiar a una sesión hot ‘más suave’ o usar posiciones donde el pene no necesariamente salga de la vagina en cada embestida. Igualmente, este ‘gas vaginal’ no debe impedirte a ti y a tu pareja tener una buena sesión de sexo por el sonido.
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Generas mucho fluido
A veces el clímax de algunas mujeres puede venir con squirting o una eyaculación, que son naturales en el sexo y no deben ponerte nerviosa. Si bien algunos expertos sienten que ambos son lo mismo, otros difieren.
La eyaculación femenina no es lo mismo que la lubricación que sucede en tu cuerpo cuando te excitas. Es más bien un fluido de tono blanco, que sueltas justo antes de su orgasmo, que no es simplemente orina. Un estudio de The Journal of Sexual Medicine, mostró que los fluidos de las mujeres post clímax son en parte orina, pero principalmente plasma de próstata. Pero estee fluido blanquecino es totalmente normal.
El squirt, por otro lado, es el líquido que a veces se ve en películas XXX, donde se expulsa gran cantidad de líquido. Este fluido puede lograrse voluntariamente y su composición en su mayoría es orina diluida.
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Tu cuerpo colapsa después de tener sexo
Hay muchas que a veces nos sentimos agotadísimas post sesión de sexo. Según Erin Basler-Francis, de la organización The Center for Sexual Pleasure and Health, «en medio del despertar sexual, el cuerpo se transforma en un laboratorio químico».
Varios químicas se liberan después de llegar a un clímax, lo que ayuda a bajar los niveles de estrés, relaja y te puede hacer dormir como un angelito. ¿Quiénes son los responsables de eso? Pues las hormonas, como la serotonina, dopamina y oxitocina, que aumentan en niveles, ayudando a reducir el estrés y provocando un período de tranquilidad o somnolencia.
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Te da una infección urinaria
Las infecciones urinarias son muy comunes en las mujeres después de tener relaciones. Según la autora de The Hormone Cure, Sara Gottfried, se cree que la fricción entre la vagina y el pene hace fácil que bacterias entren a la vejiga por la uretra.
«Adicionalmente, la apertura de la uretra está cerca de la vagina y el ano, lo que hace fácil que bacterias de esos lugares pasen por tu tracto urinario», explicó.
Si bien hay muchos efectos positivos del sexo, una consecuencia no tan buena es esta propensión de tener una infección urinaria, que a veces la llaman ‘la cistitis de luna de miel’. Eso sí, Gotfried señala que esta también puede suceder en el embarazo, y con o sin condón. Algunas formas de prevenirla es, por ejemplo si tienes sexo anal, no pasar del ano a la vagina o bañarse entremedio. También orina antes y después de tener sexo, para eliminar cualquier bacteria y mantente hidratada para ayudar a tu tracto urinario.
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Experimentas dolor durante el sexo
De acuerdo a un estudio del Journal of Sexual Medicine, un 30% de mujeres experimenta dolor en el sexo vaginal. La mayoría sufre incomodidad dentro de la vagina o alrededor de la entrada de este. El dolor puede ser causado por no estar bien ‘mojada’ o por tener sexo duro. Para esto, un lubricante puede hacer magia.
Si no tienes ninguna condición y con el lubricante sigues sintiendo dolor, la autora del estudio, Debby Herbenick, señala que mejor es «hablarlo y tomar un descanso del sexo». Además, de consultar a tu ginecólogo.