Un reciente estudio estadounidense reveló que miramos el celular unas 150 veces al día, ya sea para revisar correos, ver la hora, enviar mensajes o tomar fotos.
Este fenómeno se llama Smartphonexia y puede ocasionar graves consecuencias para la salud, entre las cuales destacan las siguientes:
- Disminuye la melatonina: Esta es una hormona que se genera a oscuras y su déficit causa que se acelere el envejecimiento. Por lo tanto, si no pasamos un tiempo en el día desconectados de los dispositivos, se alteran los ritmos circadianos y se disminuye la melatonina en la sangre. ¿Conclusión? No descansamos bien.
- Dolor de cabeza e interrupción del sueño: Lo comprobó un estudio realizado por la Universidad de Wayner en Estados Unidos. La radiación que emite el celular puede generar dolor de cabeza e interrupción del sueño, por lo que es mejor apagar el teléfono antes de ir a dormir.
- Provoca infecciones: Otra investigación reveló que las pantallas están llenas de bacterias y microbios. Por esta razón, si nos acercamos la de nuestro móvil al rostro reiteradas veces al día, se facilita el tráfico de infecciones e incluso contagios. Para evitar esto, hay que pasarle un algodón con alcohol a la pantalla todos los días.
- Papada a la vista: Tanto dermatólogos como cirujanos han advertido sobre las “caras de smartphone”. Estas se generan por la falta de elasticidad en la piel y por tener el cuello doblado permanentemente. ¿La consecuencia? Aparece la tan molesta y poco estética papada.
- Malas posturas: El uso frecuente, tanto de celular como de tablets, impulsa a que tengamos una mala postura y, por lo tanto, causa dolor en las manos, cuello y espalda, entre otras zonas.