- El momento: Lo más importante es que apliques la crema hidratante sobre el rostro bien limpio. De hecho, lo básico antes de aplicar cualquier producto es la higiene facial, ya que sin este paso los demás no sirven de nada o de muy poco. ¿Por qué es tan importante? Porque la suciedad se acumula en los poros generando impurezas y exceso de sebo, mientras que las células muertas van generando una capa que entorpece el sistema de regeneración. Y para que las cremas funcionen, deben poder penetrar. Si la piel está llena de impurezas, no tienen por dónde hacerlo.
- El orden: ¡Qué nunca más se te olvide! El orden de los productos va de menos a más, es decir, del más ligero al más denso. De este modo, empiezas por el limpiador, sigues con el tónico, con el sérum, el contorno de ojos y por último cierras con la hidratante/nutritiva.
- La cantidad: Cuánta crema aplicar dependerá del tipo de piel y sus necesidades, ya que no es lo mismo tratar una piel grasa, que una piel seca, joven o madura. Sin embargo, no se debe aplicar en exceso, ya que la piel no la absorbe y eso se traduce, además, en brillos y sensación de incomodidad.
- El intervalo de tiempo: ¿Cuánto tiempo hay que esperar desde que se aplica el paso anterior (el tónico o el sérum) hasta poner la hidratante? ¿Cinco minutos? ¿Inmediatamente? Si el tónico se aplica con un algodón o una gasa no hace falta esperar, ya que la absorción es inmediata. Sin embargo, al momento de aplicar la crema hidratante y, posteriormente el maquillaje, es necesario aguardar un par de minutos para evitar que se mezclen.
- El paso intermedio: Se trata de la exfoliación, un proceso esencial para la salud de la piel y que permitirá un mejor aprovechamiento de la crema hidratante. Y es que al eliminar las células muertas de la epidermis y otras impurezas, la piel recupera su tono luminoso de manera natural, quedando limpia y suave. La piel por sí sola se regenera una vez al mes aproximadamente y en pieles a partir de los 35 o 40 años, puede llegar hasta 40 días. Lo que hace la exfoliación es acelerar este proceso, siendo suficiente exfoliar una vez por semana.