La lavanda es una planta multifacética, ya que tanto la flor como el aceite que se sustraen de ella favorecen en muchos aspectos al cuerpo y la mente. Si quieres disfrutar de sus beneficios, apunta las recetas que te damos a continuación.
- Combate la caspa: El aceite de lavanda ayuda a eliminar este molesto problema capilar, a la vez que previene la caída del cabello. Sólo mezcla 15 gotas de aceite de esta planta con dos cucharadas de aceite de oliva y almendra; calienta durante 10 segundos en el microondas y aplica sobre el cabello mojado. Masajea durante 10 segundos, coloca una gorra de baño y deja que repose una hora. Para finalizar, lava tu pelo de manera normal.
- Desinflama: Los polifenoles (antioxidantes) que contiene la lavanda reducen las bacterias del intestino, por lo que funciona como un gran desintoxicante. Para lograr el efecto, basta con que espolvorees un poco de lavanda seca sobre tus comidas, o bien, la prepares como infusión.
- Calma la comezón: El aceite de esta planta es un antiinflamatorio natural que reduce la picazón, inflamación y enrojecimiento de picaduras de mosquitos. Cuando lo necesites, aplica una gota o dos de aceite en el área y espera 15 minutos. Posteriormente, aplica cada seis horas durante la siguiente jornada.
- Te relaja y favorece el descanso: Tan sólo oler el aceite o las flores de lavanda te provoca sueño, ya que disminuye tu frecuencia cardiaca y la presión arterial. Puedes colocar las hojas secas en un molde cerca de tu mesa de noche para conseguir el efecto.
- Mejora tu estado de ánimo: Al añadir unas gotas de aceite de lavanda y de semillas de uva al agua de baño, notarás cómo te sientes más relajada y alegre. Por las noches puedes disfrutar de un baño con estos aceites y dormir profundamente.