La ausencia de un desayuno con adecuados nutrientes y, más aún, saltárselo, es uno de los hábitos más nocivos para la salud, ya que no sólo origina una descompensación en el organismo, sino que además puede generar a mediano plazo enfermedades como diabetes, obesidad y cardiopatías. Esto, según un estudio publicado en el «American Journal of Clinical Nutrition».
Sin embargo, además de la falta de nutrientes, en ocasiones se consumen durante el desayuno alimentos más perjudiciales que beneficiosos, por lo que mejor conviene moderarlos. ¡Toma nota!
- Alimentos procesados. De acuerdo con el National Cancer Research Institute, lo más adecuado es evitar el consumo de carne procesada o embutidos en el desayuno, lo cual está asociado con un mayor riesgo de cáncer de colon debido a su alto contenido en nitratos.
- Cereales ricos en azúcares. Un alto consumo de carbohidratos y azúcares en el desayuno, como cereales ricos en edulcorantes o jarabe de maíz, en lugar de proporcionar energía pueden bloquear su asimilación, la cual se vuelve más lenta, afectando la producción de insulina y glucosa.
- Yogur de sabores. Los edulcorantes artificiales disparan los niveles de azúcar en estos productos. De hecho, un vaso de seis onzas equivale a 30 gramos de azúcar o más. Mejor elige las opciones naturales, bajas en grasa y azúcar, y agrega fruta fresca.
- Refrescos y bebidas azucaradas. Los refrescos no son más que gran cantidad de azúcar que elevan el índice glucémico del desayuno y lo mismo sucede con los jugos procesados, según investigadores de la Universidad de Harvard. Por ello, lo más recomendable es preferir los jugos de fruta recién elaborados.
- Repostería. Donas, galletas, panes con mucho dulce, hot cakes con miel y pasteles, entre otros, no son alimentos adecuados para el desayuno, debido a su alto contenido en azúcares, calorías y grasas saturadas. Y es que ello impide una buena absorción de la energía requerida, generando únicamente acumulación de grasa abdominal, de acuerdo con un estudio del Texas Heart Institute.