Muchas mujeres sueñan con tener hijos y una familia, pero en ocasiones poco se habla de las dificultades con las que se encuentran para lograr embarazarse, todo debido a los problemas de fertilidad.
Existen muchos factores que pueden incidir, incluidos los malos hábitos que interfieren un estilo de vida saludable. Tal como nos explica el Dr. Rodrigo Carvajal, especialista en medicina reproductiva de IVI Santiago, sí podemos adoptar una rutina que nos permita potenciar la fertilidad.
Pero primero lo necesario. Cuando se habla de que las mujeres tienen niveles de fertilidad buenos, se refiere a cuando no existen desequilibrios hormonales o menstruales, y tienen una buena reserva ovárica.
Mientras que los hombres, un buen nivel de fertilidad es cuando producen semen con una considerable cantidad de espermatozoides activos, con buena morfología y movilidad.
¿Cómo incide el estrés en nuestro organismo?
No es un secreto que el estrés causa diferentes problemas en nuestro cuerpo y en nuestra mente. De hecho, en ocasiones las personas terminan adoptando acciones poco saludables, solo debido a este tipo de emociones.
Este tipo de hábitos que en ocasiones parecen tan normales, afectan notablemente la fertilidad. Estos son el exceso de consumo de alcohol, tabaquismo, sedentarismo y sobrepeso.
En cambio, si cultivas una relación positiva con tu cuerpo, no solo vas a contribuir a una mejor salud reproductiva, sino que también a preparar el organismo para el estado de gestación.
4 hábitos saludables que debes adoptar
1. Mantén una dieta equilibrada.
Lo sabemos, y es posible que luchemos por ella. Pero una de las principales causas de la dificultad de un embarazo es una mala alimentación. Esto debido a que afecta por completo el funcionamiento del organismo, generando desequilibrios en tu sistema reproductivo.
Estudios han demostrado que las mujeres con sobrepeso o en condición de obesidad tienen problemas como: ciclos irregulares, infertilidad, síndrome de ovario poliquístico o hipotiroidismo.
Por otra parte, aquellos hombres que suelen tener una dieta alta en grasas saturadas y azúcares, tienen una baja calidad de esperma.
La clave es una dieta variada, rica en nutrientes y vitaminas, con un consumo frecuente de frutas y verduras. Evitar el exceso de las bebidas con cafeína o azúcar.
2. Tomar vitaminas.
Su consumo de forma regular permite potenciar la fertilidad, mientras que otras también se pueden obtener de forma natural de los alimentos.
De acuerdo al Dr. Carvajal, «es necesario consultar con un especialista cuáles son las más convenientes para cada caso, ya que su consumo debe ser controlado”.
Las fundamentales para tu proceso de embarazo son:
Vitamina A. Está presente en las grasas saludables, y es un antioxidante natural previniendo el envejecimiento celular. Adicionalmente contribuyendo a la formación de los esteroides, células base en la formación de las hormonas sexuales. Puedes consumirlas en lácteos, huevos, verduras y hortalizas.
Vitamina B. Es esencial para el desarrollo de una vida sexual saludable, de hecho, su carencia se relaciona con problemas de esterilidad o abortos espontáneos. Se encuentra en las papas, avellanas, huevos, pescado y carnes rojas.
Ácido fólico. Forma parte del grupo B, y favorece la formación del embrión durante el proceso de gestación. Ayuda a evitar el desarrollo de un defecto congénito. Se encuentra presente en los vegetales verdes, legumbres y cereales.
Vitamina C. Este antioxidante bloquea el paso de los radicales libres, que afectan nuestro cuerpo de manera negativa causando envejecimiento prematuro y enfermedades. Además ayuda a la movilidad de los espermatozoides. Puedes encontrarla en los cítricos, el kiwi y algunas verduras.
“Por otro lado se recomienda consumir alimentos que contengan zinc, hierro, selenio y yodo, ya que estos contribuyen a mejorar la calidad del semen del hombre y prevenir anomalías en el embrión”, agrega el especialista.
3. Evita el exceso de tabaco y alcohol.
El consumo de ambas cosas afectan la capacidad ovocitaria de la mujer, ya que hacen que los ovarios envejezcan y disminuyan los óvulos fecundables.
Esta situación dificulta la posibilidad de que una mujer quede embarazada y aumenta la posibilidad de sufrir un aborto espontáneo. A los hombres en cambio afecta directamente en la calidad del semen y la movilidad de los espermatozoides.
4. Ten tiempo para el ejercicio y el relajo.
Ya sabemos que la actividad física es fundamental para nuestro día a día. Elige lo que mejor sea para ti, una caminata, ejercitarse, bailar. Este tipo de acciones mantienen una buena salud del cuerpo, y permite también disminuir el estrés de la jornada laboral.
Adicionalmente una buena condición física permite mejorar el desempeño durante tus relaciones sexuales y a potenciar tu sexualidad.
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