Dormir después de comer es un hábito común para algunas personas, sobre todo para quienes acostumbran a dormir siesta después de almorzar.
Sin embargo, se trata de una práctica que no es para recomendable y así lo avala un estudio publicado por el Institute of Sports Sciences & Medicine. Averigua aquí las razones:
-Acidez y reflujo: Si te recuestas inmediatamente después de comer, los jugos gástricos suben por el esófago y causan reflujo, es decir, da la sensación de que la comida se te regresa.
-Indigestión: Si duermes después de comer estarás bloqueando el proceso de digestión y tendrás las sensación de ‘estómago pesado’ por varias horas.
-Aumento de peso: También dormir después de comer contribuirá a que subas de peso. Esto, debido a que las propiedades de los alimentos no se digieren correctamente y aumentan sus calorías.
-Problemas cerebrovaculares: Al no dejar pasar el tiempo necesario para la digestión y dormir inmediatamente, puede presentarse una falta de oxigenación, la cual podría desencadenar en un episodio cerebrovascular.
Por lo tanto, para evitar estos problemas de salud, lo que recomiendan los expertos es no dormir antes de 40 minutos de haber ingerido alimentos.