Si hay un trago típico de las fiestas de fin de año, ¡esa es la champaña!
Una de las bebidas más lujosas que, dada su etiqueta de elite, conlleva todo un protocolo a la hora de disfrutarla.
¿Qué es la champaña?
Es un tipo de vino espumoso elaborado en la región de Champaña, en el noreste de Francia. De hecho, está protegido por una “denominación de origen controlada”.
Esta bebida se elabora mediante uvas Chardonnay, Pinot Meunier y Pinot Noir, ya sean ensambladas o de solo un tipo.
Además, de acuerdo al grado de dulzor, la champaña se clasifica en distintos tipos, lo que facilita el maridaje.
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1-A qué temperatura se toma
La champaña siempre se debe beber fría, a una temperatura entre los 6 y 9 grados, lo que le brinda un sabor, estructura y aroma perfectos.
Para ponerla a enfriar, idealmente unos 30 minutos antes, conviene emplear una cubeta con suficiente agua y hielo, pudiendo añadírsele un toque de sal, ya que ésta ayuda a mantener la temperatura.
No se recomienda usar el congelador o freezer, ya que resulta muy agresivo.
2-Cómo abrir la botella
Primero se debe verificar la temperatura y, en seguida, secar bien la botella para que no se resbale al aplicar presión sobre ésta.
Después hay que apoyar la botella sobre una base sólida, retirar la pestaña que trae sobre la cápsula y remover el canastillo de alambre, dando las vueltas que sean necesarias.
Posteriormente, poner la botella en un ángulo de 45° sujetándola por abajo y tomando el corcho con fuerza por el otro extremo. Se debe girar con suavidad desde abajo y controlar con el pulgar el corcho que irá cediendo con cada giro.
Eso sí, al retirar el corcho, éste no debe sonar como una explosión, sino que más bien soltar un leve silbido.
Y, por otro lado, está estrictamente prohibido agitar la botella antes de descorcharla, ya que pierde cualidades.
3-Dónde se bebe
La champaña se sirve en copas de cristal transparente, sin tallar, que deben ser copas tipo flauta (finas de pie largo) o copas tulipa (largas y estrechas con curvas).
Ambos estilos respetan la temperatura y la vida propia de las burbujas sin alterarlas, concentrándose el aroma de excelente forma.
Y, por el contrario, siempre deben descartarse las copas abiertas, como las planas de tipo pompadour, ya que perjudican la composición de la champaña.
4-Cómo servirla
Para facilitar la sujeción de la botella, es posible afirmarla con un paño o una servilleta de tela.
Para servir la champaña, en tanto, se debe inclinar la copa, ya que así el líquido golpeará sobre un lateral y no sobre la base, permitiendo que las burbujas no se enturbien.
Se recomienda servir en dos fases: Verter primero una cantidad de champaña, esperar a que la espuma se asiente y verter una segunda vez hasta llenar dos tercios de la copa.
Una vez completado el proceso, la botella debe volver a introducirse en la cubeta con agua y hielo para que no se caliente.