Que no tienes tiempo de moverte en el trabajo es una excusa que está dejando de ser válida. Y es que existen distintas maneras de mantenerte activ@ en tu oficina y no perderte los maravillosos beneficios del ejercicio. ¡Toma nota!
- Camina hacia tu lugar de trabajo o trasládate en bicicleta. Si tomas locomoción pública, bájate unas cuadras antes para caminar el resto; y, si llegas en auto, estaciónate lejos de la entrada.
- Usa las escaleras en lugar del elevador.
- Levántate de tu puesto cada vez que necesites algo, ya sea fotocopias, papel, etcétera.
- Aprieta un objeto entre tus manos para ejercitar tus músculos.
- Cambia de postura cada 20 minutos.
- Camina mientras hablas por teléfono o te tomas el café.
- Permanece de pie durante algunas reuniones.
- Distribuye tu espacio de trabajo de forma que tengas libertad de movimiento.
- Si pasas mucho tiempo sentado, intenta mantener tu espalda recta, estirar las piernas, hacer ejercicios con los hombros y cuello, levantar las rodillas y contraer el abdomen unos segundos de tanto en tanto.
- Mantén unas pesas pequeñas o bandas de estiramiento en el cajón de tu escritorio. Así puedes tomarte descansos y trabajar tus bíceps, por ejemplo, entre una llamada y otra, o mientras esperas por una reunión.
- Si tu escritorio es sólido como para soportar tu peso, puedes hacer lagartijas para fortalecer tus brazos. De pie, pon tus manos sobre el escritorio. Aleja tus piernas para que quedes con una inclinación de 45 grados sobre el escritorio y haz 15 repeticiones.
- Para descargar y liberar la tensión, practica ejercicios de estiramiento: Levanta tus brazos por encima de tu cabeza como si quisieras tocar el cielo y permanece al menos 10 segundos en esa posición.
Respecto a la alimentación, los expertos recomiendan que comas 5 veces al día en porciones pequeñas, antes que realizar una o dos comidas abundantes y pesadas. Además, lo ideal es que ingieras todos los días 2 litros de agua natural, vegetales, frutas, carne magra, pescado, nueces y lácteos semidescremados.