Durante este domingo, se transmitió el último capítulo de la teleserie «100 días para enamorarse». Varias historias se cerraron, pero hubo una escena de empoderamiento femenino que destacó. La producción llegó a su final, tras varios meses al aire y que también tuvo un alto en las grabaciones por la crisis del Covid-19.
Recordemos que la historia giraba en torno a hartas temáticas. La principal era la de Laura (María Elena Sweet) y Pedro (Diego Muñoz), quienes decidían darse 100 días de descanso en su matrimonio, el cual venía mal hace un tiempo.
Otro tópico que interesó fue la historia entre Antonia (Luz Valdivieso) y Diego (Marcelo Alonso). Ellos fueron pololos hace muchos años y se reencuentran cuando él decide regresar a Chile.
Uno de los temas que más llamó la atención fue la transición de sexo por la cual pasó Martín (Teresita Commentz), hijo de Antonia.
La escena de empoderamiento femenino
En el capítulo final emitido en la noche del domingo se mostró el desenlace. Los protagonistas se juntan para firmar el divorcio que habían acordado. Laura se mostró muy emocionada, al igual que Pedro.
A la mañana siguiente se produce la firma del documento, pero ambos se arrepienten. Un largo y apasionado beso marcó el regreso de la pareja. Pedro le pide a Laura que se vuelvan a casar y ella acepta inmediatamente.
Ambos personajes se encontraban en una relación. Laura con Gabriel (Cristián Campos) y Pedro con Cristina (Amalia Kassai).
El quiebre entre el abogado y la profesora llamó la atención en cuanto al empoderamiento que demostró Cristina. «Me hubiese gustado tanto que fueras más valiente, menos egoísta, pero estiraste el chicle hasta hacerme bolsa, estoy hecha mierda. He dejado mis alumnos botados por tu culpa», fue lo que le dijo Miss Cristina.
Pedro quedó impactado tras las palabras de la mujer. «No quería que te divorciaras, quería que te enamoraras de mí. Eso nunca pasó. Pero dejarme así, esto es culpa tuya. Me gustaría decirte cada uno bien por su lado, pero eres una mala persona, eres un cabrón. Me voy a parar y estaré bien, pero hoy, no te perdono», finalizó la profesora, dándole una lección de responsabilidad emocional al protagonista.