Una de las claves para bajar de peso es ajustar la cantidad de comida al gasto energético real. Y aunque a menudo comemos más de lo que necesitamos, afortunadamente es posible engañar a la mente para reducir la ingesta. Toma nota de los siguientes trucos para lograrlo:
- La sensación de hambre suele confundirse con la sed: Sobre todo entre comidas, cuando notes que tu estómago comienza a movilizarse, primero considera la opción de beber agua.
- Espera 15 minutos: Si te dan ganas de comer con locura, por ejemplo, un dulce o un snack, espera 15 minutos antes de llevártelo a la boca. Muchas veces esa ansiedad por comer desaparece.
- Fracciona el alimento: Un truco muy efectivo para seguir una dieta estricta es repartir toda la comida del día en recipientes. Así te tomarás conciencia de que solo puedes comer lo incluido en los potes.
- Usa la mano no dominante para comer: Cuando al comer usamos la mano no dominante (si eres diestro, la izquierda; y si eres zurdo, la derecha), tomamos un 20% menos de comida. Usa este truco cuando no quieras pasarte.
- Ojo con los refrescos azucarados: Una de las trampas con peor resultado cuando tienes hambre y no quieres comer, es tomar un refresco azucarado. Puede que te calme momentáneamente, pero te provocará un alza de insulina y en seguida sentirás hambre de nuevo.
- Calma la ansiedad: En muchos ocasiones, no se come por hambre sino que por ansiedad. Por lo tanto, si estás nervioso o decaído, antes de lanzarte a la comida intenta relajarte con una infusión.
- Menor variedad: Si quieres comer menos, no incluyas tanta variedad. Cuando tenemos delante muchos tipos de alimentos, es difícil resistirse a la tentación de probarlos todos, sobre todo en un aperitivo. En este caso, la monotonía es una buena aliada para no comer de más.
- Vajilla roja: Utiliza un plato rojo cuando estés a dieta. Se ha demostrado que, inconscientemente, se tiende a comer menos cuando la comida está servida en platos de ese color. Tal vez sea porque el cerebro lo asocia a la señal de stop.
- Platos más pequeños: La misma cantidad de comida te parecerá mucho más abundante en un recipiente pequeño que en uno grande, lo que te ayudará mentalmente a limitarla.
- Cinco comidas: Alimentarse más veces al día es una fórmula infalible para ingerir menos cantidad. Toma desayuno, snack a media mañana, almuerzo, merienda y cena. Además, si pasa mucho tiempo hasta la hora de irte a acostar, acaba el día con un vaso de leche o un yogurt desnatado.