Ya sea por motivos económicos, logísticos o porque simplemente les gusta el frío, apostar por esta época para casarse siempre será una buena alternativa si el matrimonio se planifica con tiempo.
Acá te damos 10 buenas razones para tomar esta decisión en esta estación del año:
- Precios de baja temporada: Ya que de por sí el festejo implica muchos gastos, podrán abaratar una gran parte si deciden casarse en otoño-invierno. Al tratarse de una temporada baja, encontrarán precios hasta en un 50% más bajos con relación al verano, además de descuentos y ofertas en distintos servicios.
- Mayor flexibilidad de fechas: Otra ventaja tiene que ver con que, al no ser una época muy deseada para casarse, no tendrán ningún problema al momento de elegir en qué fecha desean hacerlo, ya sea por la iglesia o en el registro civil.
- Amplia oferta de lugares: Y ya que la demanda es menor, en esta temporada no se toparán con situaciones como que no hay disponibilidad en tal o cual salón de eventos. Al contrario, encontrarán locales para regodearse y no necesitarán reservar con tanta anticipación.
- Matrimonio con sello propio: Si se animan a casarse en invierno, marcarán la diferencia y, efectivamente, su celebración será especial. Desde la decoración invernal, hasta el vestuario que obligará a los invitados a estrenar nuevos looks.
- Fotos tipo postal: Tanto el otoño como el invierno tienen un encanto particular, por lo que las fotos del matrimonio quedarán bellas. Aunque les toque un día gris y hasta con lluvia, se sorprenderán de las maravillas que se logran detrás de un lente profesional.
- Menos inasistencias: En verano es cuando la gran mayoría sale de vacaciones y puede ocurrir, por ejemplo, que algún familiar o amigo cercano no pueda asistir al matrimonio. En el invierno, en cambio, es menos probable que eso pase, por lo que no tendrán que lamentar la ausencia de alguien especial.
- Decoración temática: Son tantos los elementos que ofrece esta temporada, que les sobrarán ideas para ambientar el matrimonio. Hojas secas, paraguas, mantas, troncos, velas y piñas de pino son algunos implementos que podrán utilizar. Solo es cosa de elegir un estilo para que todo armonice correctamente
- Delicias para comer y beber: ¿Quién se resistiría a tomar un chocolate caliente a media tarde? ¿o a un rincón lleno de chocolates, churros y galletas? Si la idea es entrar en calor, entonces nada mejor que ofrecer estas exquisiteces dulces a sus invitados.
- Un vestuario especial: Ambos novios tendrán que adecuar sus atuendos para la temporada. En el caso de ella, podrá complementar el vestido con accesorios como guantes, capas, pieles y estolas; mientras que él podrá usar un abrigo sobre su elegante smoking.
- Luna de miel con sol: Por último, casarse en otoño- invierno es la excusa perfecta para volar rumbo a un destino paradisiaco. Así, mientras en Chile las bajas temperaturas no dan tregua, los recién casados se encontrarán lejos disfrutando de una luna de miel con arena y mar.