Como sabemos en FMDos, la sabiduría llega con el tiempo y eso también se aplica al sexo. De hecho, se piensa que el mejor sexo en mujeres es cuando nos encontramos en nuestros veintes, pero según un estudio del 2018 las mujeres confesaron que el mejor sexo de su vida lo tuvieron a sus 66 años y los hombres, a los 64 años.
En base a esto, el diario anglosajón, The Huffington Post decidió consultar a hombres y mujeres de 60 años en adelante para averiguar qué era lo que les hubiera gustado saber sobre el sexo a sus 20 años. Aquí te contamos algunos de los consejos que se recopilaron.
1. Se pierde el tiempo en comparar tu vida sexual con la de otros.
Con el internet ahora es fácil sabe sobre la vida sexual de los demás, que puede ser útil, pero también agrega un montón de presión innecesaria. Eso provoca que las personas sean más críticas consigo mismas, más inseguras e prejuiciosas. Toda esa negatividad al final refuerza la idea de que la sexualidad es mala y debería ser tabú. Entonces, en vez de compararte, recuerda que cada relación y gusto sexual es diferente y evoluciona con distinto ritmo. Sigue el consejo de otros, pero con reservas.
2. Descubre qué es lo que te hace sentir sexy y sácale partido
Una de las mujeres aconsejó buscar algo que fuera secreto tuyo y te haga sentir sexy, que para ella era ponerse una cadena dorada en la cintura y no llevar ropa interior.
3. Tu pareja no lee mentes: averigua qué es lo que te gusta y pídelo
Joan Price de 74 años dice que todos tenemos derechos a recibir placer sexual y también aprender a darnos placer a nosotros mismos, además de poder enseñar a tu pareja que puede hacer para excitarte. Joan de hecho confiesa que antes no tenía la confianza de decirle a su pareja lo que le daba placer y entendió que era responsabilidad de cada uno decirle a su pareja lo que le gusta.
4. Recuerda: no todos tus encuentros sexuales serán alucinantes
Mark Matousek de 61 años cuenta que mientras haya confianza en la relación, no importa lo que se haga en la cama. Como se dice, la clave es conectar los cuerpos, pero también las almas. Sólo así se mantiene un vínculo amoroso. Cuando se es joven se piensa en el sexo por el sexo, olvidando lo que más importa, que es estar ahí, pasarlo bien y hacer sentir al otro que lo deseas.
5. La pareja sexual adecuada se esforzará en satisfacerte
A veces a los 20 se siente importante solo dar placer al otro, postergando tus necesidades, pero según Mary Ann de 61 años, lo que importa es una buena pareja sexual, una que se implica igual que tú en satisfacer las necesidad físicas del otro, emocionales y espirituales.
6. Sal de tu mente para sentir tu cuerpo
Ann Rosenberg, de 61 años aconseja que lo que se debe apreciar es el placer que hay en las caricias y la provocación, el disfrutar de la conexión mental y la satisfacción mutua. Fundirse en el otro y perderse en el placer del momento es para ella la clave.
7. Tu sexualidad cambiará con el tiempo
Joan Price aconseja tener en cuenta que lo que te excitaba o te apaga en los 20 puede que varia poco o mucho con los años. Por eso es que la mejor garantía del sexo es ser abierta de mente y entender que el buen sexo es un concepto flexible. ¡Disfruta del recorrido!
8. El buen sexo va más con la energía y la confianza que con el físico
Según Sandra LaMorgese, si bien un buen aspecto puede ayudar a la confianza, la energía que desprendes es mucho más importante que cómo te ves para un buen sexo. Todos queremos cambiar cosas de su aspecto, pero es mejor centrarse en lo que sientes y lo que quieres sentir.
9. ¡Pierde la vergüenza!
Para Mark Matousek la verguenza es el mayor asesino del deseo sexual, con los años te das cuenta lo mucho que limita en el sexo. Es imposible ser libre, creativo y estar relajado en la cama si tienes voces diciéndote lo que debes o no hacer.
10. El sexo casual es divertido, pero una conexión emocional lleva a otro nivel
Estar enamora de tu pareja es esencial para Mary Ann Holand, que dice que sin la conexión profunda y espiritual, solo es satisfacción física. Cuando se esta enamorado, el hacer el amor trasciende la conexión física y es de almas, poderosa más allá de las palabras.