Si necesitas ideas para este fin de semana, toma nota de los siguientes tips para hacer una pizza casera que saque aplausos.
- Haz tu propia masa: La diferencia entre una base artesanal y una precocinada o congelada es muy notoria. Por lo tanto, el primer consejo es que cada uno prepare su masa para la pizza, que solo requiere un poco de tiempo y práctica.
- Deja que la masa repose cubierta: Cuando hayas amasado tu pizza, no te apures en cocinarla. Permite que la masa repose al menos una hora para lograr un mejor resultado, un fermentado ligero y un mayor volumen de la misma.
- Estira la masa: Con la ayuda de un rodillo, preocúpate de estirar bien la masa para obtener una pizza fina y más crujiente.
- Elige bien los ingredientes: Menos es más. Una pizza demasiado cargada quedará blanda y los ingredientes quedarán desigualmente cocidos. Un truco práctico consiste en poner el queso tocando directo la masa o inmediatamente encima de la salsa, a fin de que no quede gratinado. Y si vas a utilizar verduras de hoja verde, como espinacas, rúcula o hierbas aromáticas, espera a añadirlas a la mitad de la cocción para que no se quemen. Luego, con otros productos como la carne, la cebolla o las setas, es buena idea que lleguen ya mínimamente preparadas, de modo que no queden crudas.
- Prefiere tomate casero: Se notará la diferencia en el sabor si eliges tomates naturales, en vez de tomates industriales o salsas como el Ketchup.
- Utiliza mozzarella italiana: Este es el auténtico queso para una pizza. Lo puedes aplicar pellizcándolo y repartiéndolo por toda la base de la misma.
- Precalienta el horno a 220º: Al menos durante 20 minutos. Ya que vas a hornear la pizza en un horno doméstico, es importante que esté a máxima temperatura para obtener resultados óptimos.
- Usa una piedra de hornear: O una base metálica especial agujereada para hacer pizzas. Con estos elementos conseguirás que la base de la pizza se hornee a mucha temperatura, logrando un efecto de corteza crujiente. Además, éste ayudará a sujetar las porciones de pizza con la mano sin que se doblen.
- No olvides añadir un chorro de aceite de oliva: Esto debes hacerlo antes de hornear. El aceite de oliva es un excelente conductor de sabores y ayudará a reunir el de los ingredientes que hayas utilizado para tu pizza. Con una cucharada o dos es suficiente, pero procura que sea aceite de oliva extra virgen.
- No la hagas esperar: Cuando la pizza esté lista, hay que comérsela bien caliente. Esta es una regla general de la cocina italiana, pues los invitados ya esperan en la mesa a que llegue la comida y nunca al revés. Así el queso estará en su punto, se fundirá estupendamente y la masa estará bien crujiente.