El neurocirujano Jesús Martín-Fernández, realizó un experimento para ver cómo afectan los diferentes estilos de música a cada áreas del cerebro, siendo el reguetón el que muestra más actividad al ser escuchado.
Al comparar diferentes estilos musicales como la clásica, el folclore y la electrónica, el reguetón provoca una mayor activación de ciertas regiones del cerebro.
Estas son las encargadas no solo del sonido, sino que también del movimiento, según un estudio llevado a cabo por investigadores canarios.
La conocida neurociencia de la música ha atraído recientemente la atención para ver el efecto de los diferentes estilos de música en la activación de las regiones cerebrales.
¿Cómo se llevó a cabo el estudio?
Para llevar a cabo la investigación, los realizadores seleccionaron a un grupo de 28 personas que no contaban con formación musical previa.
Cada persona se identificaba con gustos musicales diferentes y tenían una media de 26 años. El estudio se realizó en el centro de investigación IMETISA, que está cerca del Hospital Universitario de Canarias.
En primer lugar, se hicieron pruebas para analizar las capacidades musicales con un test de oído, analizando por un lado capacidad de discriminación de melodías y por otro de frases rítmicas.
Luego de esto se realizó una resonancia magnética funcional, lo que se hizo fue que cada participante escuchara variados estilos musicales a los que se les eliminó la letra.
En donde algunos de los clips musicales que se emplearon fueron en reguetón “Shaky” de Daddy Yankee y “Ginza” de J Balvin.
Hubo además música electrónica, así como también el concierto de «mi» menor de Vivaldi y el minué de los aires de re de Luis Cobiello
Los resultados fueron inesperados
Finalmente fue el reguetón el que mostro mayor actividad en las regiones del cerebro encargadas de procesar los sonidos, así como también de procesar el movimiento.
Marcando de esta forma unas diferencias que resultaron mayores cuando se comparaban con la música clásica.