Es oficial, la cuarentena a la Región Metropolitana regresó para las 52 comunas y muchas otras zonas del país siguen con fuertes restricciones de movimiento. Y seguro que lo primero que pensaste fue la posibilidad de trabajar con pijama, pero no tan rápido.
Respetar una rutina diaria que incluya salir de la cama, ducharse y cambiarse de ropa, te permite organizar tu día de manera productiva. Además favorece a la desconexión digital en el fin de la jornada laboral, que muchas personas que realizan teletrabajo han perdido.
Así nos explica la psicóloga laboral Lissette Domínguez, directora de Atracción de Talentos de la empresa de recursos humanos SOS Group. «Tener la oficina en casa ha afectado en cuanto a poner límites de horario al trabajo, porque está la oficina presente todo el día. Muchos trabajan hasta el anochecer o incluso a veces los fines de semana. Cuando tienen una llamada o mensaje fuera de horario laboral, habitualmente las personas contestan, o responden correos fuera de horario de trabajo. Todo se ha ido desordenando».
Y obviamente, este no es el mejor panorama para tu salud mental. Un hecho que sumado a una jornada sin fin y a las tareas del hogar, atenta a tener un día de productividad, restando incluso la concentración.
Así lo advierte la psicóloga, «Muchas personas en teletrabajo presentan un cansancio emocional y mental. Algunos manifiestan que no desean levantarse en la mañana a trabajar. Esto se produce porque en teletrabajo habitualmente se desordena la rutina y no hay un límite entre la vida personal y laboral. A lo que se suma que la tecnología difícilmente permite una desconexión digital».
Trabajar con pijama: ¿Es una opción?
Como el teletrabajo probablemente continuará por un largo tiempo, incluyendo que muchas comunas de la RM retrocedieron a cuarentena, es importante hacer algunos cambios.
Lo primero es organizarse y establecer una rutina de trabajo: Volver a usar el despertador, ducharse, vestirse, desayunar y comenzar a trabajar en el horario que corresponde. «Muchos empiezan a trabajar con pijama, y eso no pone un límite mental entre la vida personal y la jornada laboral», explica Lissette Domínguez.
Luego también se debe tener una rutina para la desconexión, con el fin de limitar el horario de trabajo. Podemos utilizar respuestas automáticas de WhatsApp que indiquen que no estamos disponibles, desconectar notificaciones u adoptar otro mecanismo que permita darnos un espacio.
«Cuando un jefe reiteradamente te contacta fuera de horario laboral, se puede conversar francamente y manifestarle que se está fuera de horario laboral y tenemos otras actividades personales que realizar», aconseja la psicóloga laboral.
Asimismo se puede disfrutar de otras actividades que permitan despejar la mente, sin tener que salir del hogar, como hacer ejercicio, ver una película, meditar, entre otros.
La profesional también recomienda replicar un sistema de organización que sea similar al trabajo presencial. Es decir, realizar las labores del hogar antes del trabajo o después, pero no entremedio ya que perturbamos la mente y la desenfocamos del trabajo.
Finalmente si se utilizan espacios comunes para trabajar como el comedor, es importante que al terminar la jornada, retiremos el computador y limpiemos la zona. Si dejamos el computador a la vista, estaremos mezclando la vida personal y el trabajo, produciendo una sensación de trabajo sin fin.