Es probable que varios tengan la idea de aprender algún hobby, como hacer artesanías, pintar o aprender a cantar, por ejemplo. Y si quieres aprender algo nuevo, lo importante para lograrlo es hacer descansos breves.
De acuerdo a los científicos de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) en un nuevo reporte que publicaron, el cerebro en reposo reproduce de forma repetida los recuerdos comprimidos de lo que se acaba de aprender.
¿Cómo es eso?
Si quieres aprender algo nuevo, el descansar el cerebro es clave. Esto porque ahí reproduce de forma repetida versiones rápidas de lo aprendido.
El estudio llegó a esta conclusión después de trazar un mapa de actividad cerebral de un grupo de voluntarios que aprendieron una nueva habilidad, como tocar una canción en el piano.
Las personas escribieron un código y cuanto más lo repetían mejor se desempeñaban en las sesiones después de la práctica. Por lo que el descanso fortalece los recuerdos.
¡Ojo! se refiere al descanso activo
Si bien hay otros estudios que hablan de la capacidad del sueño para fijar recuerdos a largo plazo, esta investigación tiene que ver con el rol del descanso cuando estamos despiertos.
El investigador principal del NIH y autor principal del estudio, Leonardo G. Cohen explica que este descanso activo «es el período en el que nuestros cerebros comprimen y consolidan los recuerdos de lo que acabamos de practicar».
Estos resultados aclaran lo importante que son las pausas activas después del aprendizaje para fijar habilidades. Pero además es útil para saber sobre pacientes con lesiones neurológicas o con accidentes cerebrovasculares que buscan recuperar habilidades que han perdido.
¿Cómo fue el estudio?
Este estudio hizo magnetoencefalografías, un escáner cerebral altamente sensible, para registrar las ondas cerebrales de 33 voluntarios sanos y diestros que tuvieron que escribir un código de cinco dígitos con la mano izquierda.
O sea, una persona veía el código “41234” en una pantalla y se le pedía que lo escribiera tantas veces como fuera posible durante 10 segundos y luego tomar un descanso de 10 segundos. La gente repitió este ciclo de prácticas alternas y sesiones de descanso un total de 35 veces.
En las primeras pruebas, la velocidad de quienes escribieron bien el código mejoró drásticamente.
El equipo de investigadores descifró la actividad de las ondas cerebrales asociadas con escribir cada número en el código de prueba. Aquí se reveló que el cerebro ejecuta una versión ultrarrápida, hasta 20 veces más veloz que la observada durante la mecanografía, en los momentos de descanso.
Esto puso de manifiesto lo importante del equilibrio entre la práctica y el descanso.
En otra investigación anterior el mismo equipo vio que las habilidades adquiridas acontecen durante descansos cortos, y no cuando los sujetos escriben. El estudio también mostró que estas fueron mayores que las obtenidas después de una noche de sueño y se correlacionaron con una disminución en el tamaño de las ondas cerebrales, llamadas ritmos beta.
O sea, que si quieres aprende algo nuevo, tu gran aliado será la técnica de practicar y descansar.